El futuro de la hija de Máxima de Holanda, Amalia, se baraja en el Parlamento por cuestión de género

El Rey Juan Carlos no es el único que confronta sus olas de controversia tras la publicación de un libro polémico. En Países Bajos también sucede lo propio con la publicación del libro "Amalia,plicht roept" (Amalia, la llamada del deber), en el que estelariza como inspiración de su autora, la Princesa Amalia hija del Rey Guillermo y la Reina Máxima de Holanda.

Esta nueva edición cumplía con el objetivo clave de acercar a la heredera al pueblo neerlandés, a propósito de su mayoría de edad que cumplirá a finales de este año, y si no puede completar su año sabático después de terminar el secundario, se iniciará en funciones representativas a favor del trono.

Sin embargo, la salida de esta edición editorial trajo consigo cierta controversia que llegó incluso a instancias del Parlamento, en cuanto a un tema no resuelto y que perfectamente podría estar previsto en el futuro de la primogénita de Máxima de Holanda. Tanto así que el Primer ministro de este país, Mark Rutte, debió ofrecer declaraciones para contener los cuestionamientos de los liberales de derecha y socialdemócratas en el hemiciclo del Congreso.

Esto tiene que ver con la solución que pueda plantearse ante la posibilidad de que la Princesa Amalia decida en el futuro contraer matrimonio con una persona de su mismo género. A propósito de ello, en Países Bajos, el matrimonio igualitario fue aprobado bajo orden constitucional, de rigor y fuerza desde el año 2001, por lo que esto no podría resultar un mayor problema para ella.

El Gobierno cree que el heredero también puede casarse con una persona del mismo sexo y no ve un obstáculo legal permitir el matrimonio de un heredero con una persona del mismo género. Por tanto, el Gabinete no considera que un heredero al trono o el rey o la reina deban abdicar si desean casarse con una pareja del mismo género.

Sin embargo, el tema de discusión va más allá, pues para muchos en el Parlamento, la complicación comenzará a partir del momento en el que hipotéticamente la hija del Rey Guillermo y Máxima de Holanda decidiera tener un hijo para asegurar la línea sucesoria, pues el traspaso del cargo es netamente hereditario y "por esencia", es decir, a través de los hijos legítimos de la unión conyugal.

Incluso, Mark Rutte entiende que, en este caso hipotético, cuando el Jefe o Jefa de Estado contrae nupcias con un Consorte del mismo género habría que establecer acuerdos para garantizar jurídicamente cómo se establecerá el orden de sucesión. Opciones como la adopción, subrogación de vientre o donación de esperma con carácter de fecundación in vitro deben plantearse en lo inmediato a fin de desanudar este complejo debate.

En este sentido, ni el Gobierno central ni el Congreso han podido delimitar los parámetros de este escenario y, para mayor controversia, en el libro sobre la Princesa Amalia se extiende que su futuro se vería perjudicado si en el futuro ella no escogiera a un varón como pareja, por lo que es fácil inferir que de suceder tendría que ceder su puesto a su hermana, la Princesa Alexia. ¡Vaya lío!

Ante toda esta nube de planteamientos, la hija mayor de Máxima de Holanda nunca ha hecho comentarios sobre sus preferencias en este sentido, y aunque aún es muy pronto para que la heredera escoja una pareja para acompañarla en el camino que se ha trazado para ella, para el Parlamento, instancia que tiene el poder de aprobar o no el matrimonio, es mejor atajar la situación ante cualquier contingencia que pueda surgir.