Revelación
El destino que José Luis Perales nunca pudo evitar aunque lo intentó en más de una ocasión
El cantautor mantuvo en secreto una inquietud que surgió hace más de 50 años.
José Luis Perales está realizando una ronda de presentaciones por el sur de España que sorprenden a los asistentes por su gran vitalidad para pararse en los escenarios. El cantautor parece ser un artista innato, pero una confesión realizada a un medio de Córdoba dejó sin palabras a los fanáticos que creían en él. Nunca planeó llegar a este lugar, y no es una simple declaración de humildad: el valenciano tenía otros planes para su vida. Cuando era un niño, estaba prácticamente decidido tras haber escrito canciones como “Niebla”.
El autor de “Ella y él” siempre quiso ser un compositor apto para crear canciones para los grandes artistas. Un oficio que Ramón Arcusa y otros genios de la música han sabido llevar adelante a la sombra de Julio Iglesias, Raphael o Rocío Dúrcal. No resulta llamativo que un poeta como él tenga estos principios de no llevarse todos los aplausos en el escenario. En el pasado, ha deslizado que su mayor deseo no era ser el “más rico” del cementerio, sino divertirse. Darle letra a otros artistas, con la complejidad de sus personalidades y gestos, resulta más “divertido” para él.
La gira de despedida que estuvo planeando durante la pandemia está teniendo grandes resultados. Ha llenado teatros y estadios a lo largo de estos meses, episodios que demuestran lo negado que está el público a decirle adiós. Sin embargo, José Luis Perales no estaría tan conforme con el hecho de cantar en los shows de “Mirándote a los ojos”, de acuerdo a “Diario de Córdoba”. Prefiere sentarse a escribir las letras de los bellos poemas que nos acostumbró a escuchar. Es un sentimiento que tuvo presente desde que era un niño. Se mudó de Castejón a Sevilla, cursó en un Colegio de Salesianos y mantuvo su postura de componer.
El cantautor abre el cajón de los recuerdos e inevitablemente se le dibuja una sonrisa a la hora de contar estas épocas. Eran “muy intensas”, según “Revista Credencial”, y las primeras canciones que escribió, efectivamente, revelan el costado más romántico de su juventud. El valenciano confesó que “Niebla” fue la canción obsequiada a la primera afortunada que se adueñó de su corazón. Más adelante, no sólo el amor o el sufrimiento lo inspirarían, sino que se consagró como un artista polifacético. A pesar de ello, José Luis Perales no disfruta tanto sus shows, y es un hecho que podemos advertir mientras luce serio y ajeno a las “excentricidades” en los escenarios.
La puesta en escena es indudable, su talento para la interpretación y la banda que lo acompaña están a la altura de su trayectoria. Pero, tal como añade “Diario de Córdoba”, él siempre ha servido más para la poesía. Pocos olvidarán que llegó a ser definido como el “Morrisey de Castejón” por su melancolía para las letras. Si la meta de ser un compositor se hubiera cumplido, quizás habríamos conocido una faceta menos introvertida, puesto que estuvo siempre dispuesto a meterse en el papel de otras figuras. José Luis Perales tiene la incomodidad de escribir para sí mismo, “confesarse públicamente” y, por este motivo, creía más divertido imaginarse otros personajes. En una entrevista de 2012 confesó por primera vez esta pequeña incomodidad, aunque sentenciaba que el “contacto con el público” nunca lo cansará.
