La imperdonable confusión que le impidió a Freddie Mercury disfrutar de su paso por Queen

El éxito de Queen no habría sido posible sin la influencia de Freddie Mercury. La destreza para moverse en los grandes escenarios o la genialidad para componer los hits más conocidos de la banda, lo convirtieron en una figura única. Pero lo cierto es que lo más característico de este personaje fue su voz, que a su entender, contaba con la ayuda de las imperfecciones de su dentadura. Algunos expertos tienen pruebas para descartarlo, pues los “pliegues vestibulares” de las cuerdas vocales eran la verdadera razón de su talento.

El autor de “Love of my life” estaba avergonzado de sus prominentes dientes, aunque rechazaba arreglarlos por la supuesta “caja de resonancia” que le aportaba a su potente voz. Además de tener este justificativo habitual, el artista aseguraba que no contaba con el tiempo necesario para pasar por el odontólogo. En esto tenía algo de razón, debido a que una intervención lo habría perjudicado más de lo imaginado. Sin embargo, detrás de esta defensa de su apariencia, Brian May señaló que se ocultaba una gran inseguridad de su parte. Tenía la “inteligencia” de negarlo, pero dentro de las capas de su personalidad este problema lo afectaba.

Por lo demás, soy perfecto.

Fiel al orgullo de mostrarse auténtico ante el público que lo seguía, Freddie Mercury descartaba que la dentadura que lo caracterizaba fuera un problema. Precisamente en la película “Bohemian Rhapsody” podemos ver que caminaba con la frente en alto cada vez que se reían de sus incisivos, pues entendía que en realidad lo ayudaban. Según consultó el portal “Heraldo”, la odontóloga Analí Beltrán niega rotundamente que la posición de los 36 dientes del líder de Queen ayuden a lograr su admirable voz. No existe una relación de causa y efecto en este sentido, por lo que el músico cometió un error al informarse mal. Lo único que confirman los estudios es que tenía el don sobrenatural de tener “cuerdas vocales falsas” para lograr algunos temblores.

Los científicos descubrieron que las membranas “vestibulares” eran activadas por Freddie Mercury de una forma extraña, pero efectiva para su timbre de voz. “Uppers” precisa que el estudio fue realizado con las grabaciones sonoras de sus principales canciones. La primera hipótesis era que la gran mandíbula del cantante era determinante, pero lo cierto es que el secreto estaba en sus cuerdas vocales. La dentadura no tenía ningún tipo de relación, aunque sólo en un caso lo podía afectar y de forma negativa. Analí Beltrán cree que el vocalista evitaba los tratamientos odontológicos por las semanas de adaptación que pueden llevar los aparatos o  brackets. Además, la “dentición supernumeraria” del nacido en Zanzíbar era bastante difícil de corregir.

Lo más extraño en su dentadura era que poseía cuatro dientes más por encima de la media (32), según “Heraldo”. El autor de “Now I’m here” defendía que no le avergonzaba esconderlos, hecho claramente visto en los inicios de Queen. Era común que los dientes frontales del extremo superior de su boca fuesen captados en sus shows, o fotografías. Puede que con el paso del tiempo los haya ocultado más, pues incluso las estrellas como él conservaban inseguridades con la figura. Brian May confesó que Freddie Mercury afrontó los miedos de su apariencia bajo una personalidad única, de acuerdo a “RockFM”. “Por fuera era un guerrero”, recuerda el guitarrista. Era discreto con la vida privada, pero asegura que los más fanáticos pueden descubrir parte de estas inquietudes en algunas frases discretas de las canciones.