El insulto contra la Infanta Sofía que le costará por un buen rato una nueva aparición pública

Para todos los gustos hay todos los colores y, aunque miles de opiniones elogiaron el estilismo y el saber estar de la Infanta Sofía durante la gala y desfile militar del Día de la hispanidad celebrado este pasado martes 12 de octubre, al parecer, no todos quedaron muy impresionados con su aparición junto a su padres, los reyes Felipe y Letizia.

Destacó, entre todo universo de opiniones, las de la periodista Carmen Lomaña, no dejaron indiferente a una Sussana Griso, espantada con sus impresiones sobre el estilismo que la hija menor de los reyes había escogido de cara a esta importante celebración como lo es la tradicional Fiesta Nacional.

Recordemos que, para esta festividad, la Infanta Sofía se decantó por un vestido en tono crudo con líneas y ribetes finos en color negro de la firma francesa Claudia Pierlot y llevó su cabellera dorada suelta aunque con las puntas onduladas.

El "desmembramiento" del estilo de la Infanta Sofía, servido por Carmen Lomaña, fue de pies a cabeza, empezando por su cabello, que, aunque elogia en principio, prefirió airear su desagrado ante la forma en como lo lució. "Ese pelo, que tiene una melena muy bonita, para un día tan importante y representativo, yo no le hubiera dejado esa melena a lo Pantoja, se lo hubiera recogido un poquito".

Pero la peor parte fue la descripción de la mediática sobre la prenda que vistió la benjamina de los reyes que sinceramente no la sorprendió, y más bien lo consideró bastante "normal", en consideración con la importancia del evento al que asistió.

Al ser tan alta, el vestido es demasiado corto. No hubiera enseñado tanto muslo. Tiene unas piernas que no ha salido a su madre, ha salido a la otra parte, las tiene un poco gordas.

Ante esto último, Susanna Griso, quien ya se removía incómoda en su asiento ante el 'sincericidio' de su compañera con los comentarios contra la Infanta Sofía, no pudo callar ante el último comentario, tomando en cuenta que, al final del asunto, estaban refiriéndose a una niña de 14 años, y exclamó bastante contrariada: "Pobrecita, ¿cómo puedes decir esto?"

Sin ni siquiera inmutarse, Carmen intentó justificar sus apreciaciones y restarles un poco de contundencia, quizás ya consciente de que la cuestión con respecto a la Infanta Sofía pasó de ser una simple crítica a un mote un tanto cruel: "No pasa nada, es una monada, además estoy encantada, pero entonces no me preguntéis".