El secreto con el que Isabel Preysler habría enamorado a Mario Vargas Llosa sale a la luz

La pareja de Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler ser conocieron hace aproximadamente hace 32 años cuando ambos practicaban un método brindado por una de las más prestigiosas clínicas de détox en Madrid, pero esta no es la novedad, lo que realmente fue noticia es la receta que develó Tamara Falcó.

Y es que, recientemente, la hija de la socialité dejó al descubierto cuál es la debilidad que tiene el Premio Nobel de la Literatura, al parecer, Mario Vargas Llosa aún recuerda el día que probó por primera vez esta delicia que Isabel Preysler prepara, con tanto cuidado, cada detalle en su preparación.

En el libro que lanzó Tamara Falcó realizó una mención especial a este plato y dijo: “Los platos de cuchara son normalmente consumidos en invierno, a no ser que, como Mario, te vayas a ir a la clínica Buchinger dos semanas y quieras tomarte una buena fabada en agosto a 45 grados en Madrid, un autoregalo de despedida”, y es que la hija de Isabel asegura que la fabada es el plato que Mario Vargas Llosa pide como despedida antes de realizar su retiro espiritual y físico en la clínica Buchinger de Marbella, donde realiza un ayuno voluntario.

En el libro de Tamara se detalla cada uno de los ingredientes que necesitas para preparar la mejor Fabada, para 10 personas:1 kg de alubias blancas, 1 cucharadita de pimentón dulce, 3 chorizos asturianos, 3 morcillas asturianas, 2 trozos de panceta curada, 2 trozos de tocino, 2 dientes de ajo, 2 hojas de laurel, 2 cebollas, Aceite de oliva y Sal.

Para obtener un plato de excelencia, te recomendamos seguir estos pasos que la hija de Isabel Preysler detalló en su libro. La noche anterior pon la legumbre en remojo. Al día siguiente, retira el agua y echa las alubias en una olla con agua limpia y fría. Agregar una cebolla entera, las hojas de laurel y al fuego hasta que hierva. Cuécelas a los 30 minutos. Asústalas con un poco de agua, añade la panceta, las morcillas, los chorizos, el tocino y un sofrito elaborado con la otra cebolla picada, los dientes de ajo también picados y el pimentón dulce. Déjalas que sigan cociendo al menos hora y media o 2 horas a fuego medio. Cuando esté a punto, se agrega sal poco antes de terminar la cocción.

Sin lugar a dudas, con solo leer esta receta se siente una fiesta de sabores en la boca y, por supuesto, entendemos por qué es el plato favorito de Mario Vargas Llosa. Seguramente, debe llevar consigo algún secreto que Isabel Preysler ha guardado para seguir conquistando al escritor.