Kiko Rivera e Irene Rosales cumplirían el gran deseo de Isabel Pantoja en una fecha especial

El sentimiento de pérdida suele unir a los corazones más dispares y el fallecimiento de Doña Ana es una verdadera prueba de ello. La matriarca de la familia logró inesperadamente que Isabel Pantoja y Kiko Rivera volvieran a verse, cara a cara, y el funeral no parece ser la excepción. El DJ tendría estipulado regresar a Cantora junto a Irene Rosales y las hijas por pedido de su madre. Además de exigirle que frene el marketing de “Kantora is mine”, la tonadillera tiene una gran preocupación.

El hijo de Paquirri habría aceptado asistir a la finca de “La reina de la copla” el día de “Todos los santos”, precisamente, el lunes 1 de noviembre. Las personas que mejor conocen ambos bandos no se animan a anticipar una completa reconciliación, sino que esta actitud tiene la motivación de sostener emocionalmente a la cantante. El DJ se vio conmovido por el estado de salud de la madre, y parece que el amor que siente triunfará por encima de cualquier rencor o entrevista difamatoria. En este sentido, el heredero de la artista está bajo la lupa de todos los medios y fanáticos por el dinero obtenido en el último año: habría recaudado 380.000 euros. Pero la reconciliación no sería el fin de estas ganancias, pues muchos vaticinan que ahora se dedicará a reprobar a su prima Anabel.

Este último mes ha sido el más intenso desde la ruptura del año pasado entre madre e hijo. El fallecimiento de Doña Ana y la celebración de la boda de Anabel Pantoja y Omar Suárez parece haber unido a dos adversarios que juraban no perdonarse. En “Sálvame” aseguran que sería inminente la llegada de Kiko Rivera e Irene Rosales a la casa de Isabel Pantoja. De acuerdo a “Lecturas”, Carlota Corredera se animó a confirmarlo en exclusiva, dado que existía esta promesa desde que falleció la matriarca de la familia. En este segundo reencuentro será importante que el DJ cumpla dos condiciones. La primera es que detenga su “ataque” con la marca de ropa que fundó junto a sus amigos.

El lanzamiento de “Kantora is mine” parecía una declaración de batalla irreversible que, poco a poco, se está apagando como una vela sin candelabro. Tal como precisa “La Razón”, el acercamiento entre madre e hijo es tan notable que el heredero de Paquirri eliminó las fotografías de la ropa. Había lanzado playeras, viseras, buzos y equipos de fútbol en estos dos meses, pero, finalmente, obedecería a la madre por tratarse de un pedido expreso. Por otra parte, la segunda condición que habría impuesto la tonadillera para que regrese a Cantora es más sencilla. Kiko Rivera debe llevar a sus hijas a la finca, debido a que el peor temor de Isabel Pantoja es que las nietas la olviden tras un año de peleas.

Carlota Corredera asegura que el DJ aceptará este término. Pasaron 12 meses desde las dramáticas declaraciones contra su madre, así como también de las críticas de Irene Rosales por no recibir la ayuda de “La reina de la copla” en su rol de abuela. “Lecturas” precisa que estas actitudes quedarían atrás para los tres, pues ya están decididos a reconciliarse como todos esperaban. Las peleas no fueron emocionalmente redituables para nadie, aunque existió mucho dinero en el medio de esta batalla mediática. Algunos colaboradores revelaron que Kiko Rivera cobró entre 25.000 y 40.000 euros por las entrevistas contra su madre, según “Vox Pópuli”. El músico todavía no se pronunció respecto a este contundente dato, que personajes como Diego Arrabal aseguran que puede ser mayor. Lo cierto es que estaría seguro de no retornar a “Sálvame” por los rumores de infidelidad, y que el proyecto que guía sus días tiene como norte la reconciliación familiar.