El extraño "guion" de Buckingham para anunciar la situación inevitable de la Reina Isabel

Desde que el pasado miércoles la Reina Isabel tuviera que cancelar toda su agenda de esta semana por orden médica y guardar reposo absoluto, la actividad comunicacional de Buckingham casi se detuvo por completo, excepto el mismo día jueves cuando trascendió que la Monarca fue internada por algunas horas y ya se encontraba "de vuelta" en palacio, rebosante de energía y "de muy buen humor".

Su esposo ya fallecido, el Príncipe Felipe de Edimburgo, también gozaba de un gran ánimo y hasta contaba algunos chistes a sus familiares, según nos extendían las informaciones de Casa Real, justo algunos días antes del desenlace fatal. Con ello no nos referimos a que la Reina Isabel atraviesa por la misma circunstancia, pero sí que nos llama la atención cómo Buckingham recurre a las mismas estrategias comunicativas para dirigirse a la opinión pública, a la expectativa sobre lo que pueda ocurrir en los próximos días.

¿Se trata de un comprensible cuadro de agotamiento en una nonagenaria cuyo peso de toda una institución aún descansa sobre sus hombros o hay alguna complicación clínica de la que hasta el momento no se ha informado? Las posibilidades se dividen ahora en un 50%, tomando en cuenta que fuentes de Casa Real han expuesto que la Reina Isabel pasó la noche realizándose algunos exámenes en la clínica King Edward VII, el mismo centro médico en el que también estuvo internado su consorte.

La historia cada vez parece más inverosímil, no solo para el pueblo británico sino para la prensa que comienza a exigir respuestas ante el palacio de Buckingham por la opacidad alrededor de este hecho y algunos datos que parecen sacados de un guion, en lugar de proveer nuevos datos que permitan generar tranquilidad a la colectividad.

Sin embargo, más que culpar al hierático proceder del Palacio, podría decirse que este tipo de situaciones son consecuencia de órdenes directas de la Reina Isabel. Uno de los mayores conocedores de la personalidad de la Monarca es el documentalista Robert Hardman, quien asegura que a ella no le gusta particularmente ser el centro de la atención con temas puntuales como su salud, por lo que el experto podría entender por qué en esta oportunidad las cosas se manejan de forma tan poco esclarecedora.

Busca mantener una cierta dignidad del cargo y sé que uno de los motivos por los que ayer no se dijo nada sobre el viaje al hospital fue para evitar un alud de cámaras de televisión a las puertas del centro de salud.

Aún así, el temor de Buckingham por evitar teorías conspirativas, elucubraciones y rumores al no conceder ningún tipo de información no es un mecanismo viable: de todas maneras, cualquier evento que se siga al margen de la normalidad dará el pistoletazo de salida a las versiones más acertadas, alejadas e incluso descabelladas sobre un mismo hecho.

Por ahora, todas la dudas se despejarán a inicios de la próxima semana cuando la Reina Isabel deba retomar sus actividades de representación. Además, recordemos que se prevé su presencia junto a sus herederos en primera y segunda línea, los Príncipes Carlos y Guillermo, a la conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP26), a principios del próximo mes de noviembre. La cuenta regresiva para su reaparición ha comenzado.