La grave sospecha de la justicia que deja a Isabel Pantoja al borde de regresar a su peor pesadilla

La agenda judicial de Isabel Pantoja se reactivó un mes después del fallecimiento de Doña Ana. La tonadillera cumplió una condena en su momento, pero el nuevo cargo por insolvencia punible crece cada día más como una posibilidad certera. Este lunes se ha conocido que el próximo eslabón que podría romperse se relaciona con la casa “Mi gitana”. Aquel inmueble que la cantante vendió a “Grand Fashion Banús SL” podría tener más de un problema de papeles.

Las sospechas de la fiscalía apuntan a que la compraventa de la mansión, a manos de Agustín Pantoja, se hizo ilegítimamente y corresponde llevarla a subasta. La operación inmobiliaria se había realizado en un clima de mucha tensión, puesto que la madre de Kiko Rivera estaba hundida en deudas de hasta 100.000 euros que luego se redujeron. La artista cumplía su condena mientras sucedió, por lo cual su abogado Juan Fernández Ramos siempre defendió que ella no tuvo poder de decisión en el procedimiento. Hace meses que publicó un comunicado negando rotundamente las acusaciones de “paraísos fiscales” que los críticos le hicieron.

El año puede terminar peor de lo iniciado para la autora de “Marinero de luces”. La fiscalía que representa el caso Hormofer está decidida a anular la compraventa de la casa “Mi gitana” a más de cinco años de la operación. La mansión recordada por ser el jardín del paraíso entre Isabel Pantoja y Julián Muñoz había sufrido un embargo que luego se levantó con la supuesta venta “fraudulenta”. De acuerdo a “La Razón”, los abogados creen que forma parte de un nuevo delito de “estafa” que contó con la complicidad de Agustín Pantoja. El hermano de la tonadillera la habría vendido por 2,2 millones de euros, mucho menos de los 3,8 millones iniciales.

“Grand Fashion Banús SL” estuvo detrás de la compra de un empresario anónimo, según “El Español”. Desde el momento en que se concreta la operación en adelante, las sospechas sobre la legimitidad crecen. Primero porque Agustín Pantoja firmó en nombre de la hermana, quien por medio de su abogado ahora se desvincula; y también, es extraño que la compañía beneficiaria se creó una semana antes de adquirir la mansión. El argumento de Gonzalo Sánchez era que se hizo con urgencia por el riesgo de “okupas”, aunque la fiscalía desconfía de esta versión. El fiscal está dispuesto a que la venta se anule, con todo el peso de esta decisión. Isabel Pantoja podría verse beneficiada en un único supuesto: la operación se mantendría en pie por los “terceros” que compraron con “buena fe”.

Nosotros defendemos que se pague lo que nos debe y ya está.

La parte querellante en la causa, Hormofer, no parece estar tan de acuerdo con el fiscal en solicitar la anulación. Prefieren que la deuda de “La reina de la copla” se pague lo más rápido posible, y no que se lleve la casa a una subasta de largo tiempo. De acuerdo a “La Razón”, en ese caso pasaría nuevamente al poder de Panriver (la primera firma que tuvo la mansión), por lo que se perdería el eje inicial. Restarán saberse los movimientos del entorno de la cantante. La última vez que la fiscalía movió sus fichas, el abogado de Isabel Pantoja se pronunció inmediatamente. Recomendaba a quienes desconfiaban que se dirigieran a Agencia Tributaria y la sede local de Marbella, según “Semana”. Además, advertía que podían comenzar los procesos de denuncia por vulnerar la imagen de la madre de Kiko Rivera.