La humillación contra la Reina Letizia y Leonor que podría costar puestos de trabajo en Cataluña

La polémica está servida directo desde Cataluña. La cadena TV3 enfrenta hoy una encrucijada de orden ético que le ha valido incluso la acusación de autocensura y la división de sus audiencias en dos claros frentes, quienes apoyan y quienes no, la decisión de la televisora de retirar dos gags humorísticos fuera de las pantallas por considerarse un agravio contra la imagen personal de la Reina Letizia y su hija la Princesa Leonor, según ampliaron los medios "El Correo", "La Vanguardia" y "El País".

Esta resolución fue tomada por la directiva de este canal catalán y les ha supuesto una denuncia pública por parte de sus dos humoristas estrellas, Jaír Domínguez y Lluís Jutglar, que estelarizan el programa "Bricohéroes". Ambos consideran como un agravio a la libertad de expresión, el hecho de no incluir en la edición final del programa, la parodia que incluía a la Reina Letizia y a su hija de 15 años.

En el scketch que fue eliminado de la presentación final a las audiencias, uno de los humoristas le pregunta al otro qué le gustaría hacer si fuera lo suficientemente acaudalado para hacer cualquier cosa, a lo que su compañero le contestó, que le haría gracia que la Reina Letizia tuviera algún encuentro "del primer tipo" con ella, a lo cual el primer sujeto responde, "Si me hubieras dicho la hija, la hija es excesivo".

A propósito de ello, ha sido Jutglar, mejor conocido como "Peyu", quien se ha manifestado con mayor contundencia a través de varios comentarios públicos y tuits en contra de la determinación de la cadena televisiva, a sabiendas de que esto podría perjudicar su carrera y futuros proyectos. Lo que en todo caso destaca a la vista es que, en el histórico de este par de comediantes, sus chistes en contra de la Reina Letizia y la Princesa Leonor no han sido el punto único de controversia en el que ambos se han visto involucrados, pues en una ocasión también afirmaron preferir una esvástica antes que ondear la bandera española.

Tomando en cuenta este antecedente, Vicent Sanchis, director de TV3, se mantiene a la defensiva y argumenta que este tipo de chistes se pueden considerar "misóginos", "machistas" y con la agravante de involucrar a la Princesa Leonor o a la Infanta Sofía quiénes aún son menores de edad. Además, subraya que en esta ocasión no se hizo ningún tipo de alusión al Poder Representativo, sino a dos personas naturales a nivel jurídico, por lo que en este caso se tuvo que intervenir.

Esta posición también es secundada por Tània Verge, actual consejera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat. La funcionaria se mostró muy sorprendida al ver cómo se plantea la "irreverencia" como bastión, y se defiende el derecho a la expresión bajo el mecanismo de desmoralización de la mujer en términos peyorativos y que atentan contra su integridad moral.

Sin embargo, los comediantes se defienden y cierran filas. En un claro posicionamiento sobre lo que es el humor negro y cómo retratan la vida social desde su juicio, Peyu argumenta: "Evidentemente, alguien la puede encontrar machista, pero es que desgraciada y precisamente los millonarios que conocemos no suelen ser gente de valores demasiado recomendables. Esta es mi visión y la del equipo de 'Bricoheroes', que somos los que hemos creado el formato". Además advierten que esta medida se enfoca en protegerse de un alto costo político, en lugar de proteger la libre opinión.

Y aunque Vicent Sanchis, por otra parte, ha extendido que la tercera temporada de 'Bricohéroes' está aprobada, queda explícito que este tipo de situaciones no se repetirán, al menos mientras él sea quien dirija el timón de TV3. Ni la Reina Letizia, la Princesa Leonor o ninguna otra mujer, independientemente de su relevancia pública o cargo, será abordada de esta forma en la parrilla de programación de esta cadena, al inferirse que este tipo de comentarios en tono humorístico pueden causar severo daño moral a los señalados, como en este caso señalan, ocurrió con las dos mujeres.

Cuando la ironía es c*ger a una mujer o a su hija, que es menor, aquí sí que podemos marcar unos límites que son los que hemos marcado, y no creo que esto sea censura. No es una cuestión de censura, es una cuestión de debate de dónde están los límites en una televisión pública.