Sorprendente

La historia detrás de la mujer que Joaquín Sabina jamás pudo olvidar en sus visitas a Buenos Aires

El trovador y la muchacha compartían una pasión que no se relacionaba a la música.
jueves, 28 de octubre de 2021 · 06:30

Las aventuras de Joaquín Sabina en las noches madrileñas y londinenses tienen una pluralidad de personajes inolvidables que inspiraron sus canciones más famosas, pero ninguna tiene el color de la historia porteña de “Dieguitos y Mafaldas”. El trovador se enamoró de una muchacha argentina a finales de los 80, a quien le dedicó esta bella canción. En la actualidad se siente una “privilegiada”, porque la fama del hit le abrió puertas en su mayor pasión.

Paula Seminara se llama la mujer que encandiló al cantautor a fuerza de su fanatismo por su música, los tangos porteños y el amor por Boca Juniors. Lo mejor de esta historia apasionante es que el trovador ingresó en la familia de la argentina, cantó con su padre, y la casa de los argentinos comenzó a ser frecuentada por el rumor de estas zapadas. La relación no continuó, pero a pesar de ello, no modificó su amor por Buenos Aires. Le identifica la “poesía de barrio” característica de este país. 

El hilo invisible que unió al trovador con Argentina, no sólo se explica por los últimos conciertos que dio con Joan Manuel Serrat antes de la pandemia ni tampoco por su colección de las revistas “Sur”. El corazón del cantautor se vio atrapado por el amor porteño de una joven que era específicamente de González Catán. Paula Seminara lo conoció después de dejarle a Joaquín Sabina una carta en su hotel, y posteriormente ser invitada a una cena romántica. Aquella noche el trovador aprendió mucho de la pasión de esta muchacha: Boca Juniors. Justamente el famoso club la reconoce en la actualidad por su idilio romántico. Fue candidata a la presidencia en una lista llamada “Volver a Ganar”, únicamente formada por mujeres.

La anécdota de “Dieguitos y Mafaldas” genera emociones encontradas en Paula Seminara. Por un lado, siente que es un orgullo haber inspirado una canción que recorrió el mundo; pero también defiende sus méritos y trabajo social con el club. Muchos dirigentes de Boca Juniors han creído que su popularidad está estrictamente vinculada al autor de “Y nos dieron las diez”; en tanto ella defiende que su interés no se relaciona a esta fama, sino al deseo de ver el progreso de la mujer en el fútbol. En relación al romance, se arrepiente de muchas cosas que dañaron el corazón del artista. La argentina le pediría perdón a Joaquín Sabina si lo vuelve a ver, algo que omitió hacer cuando compartió una cena con Jimena Coronado.

Paula Seminara.

La fanática del trovador explicó que llevaban ritmos de vida “muy diferentes”, imposibles de unir más allá de las calles porteñas. Joaquín Sabina y Paula Seminara estaban realmente enamorados, miraban los partidos de Boca Juniors en bares de San Telmo y amaban el tango. No obstante, la joven viajaba en un colectivo desde González Catán, mientras que él estaba acostumbrado a otra vida muy distinta. Aún así, el compositor defiende que el estilo de Buenos Aires lo siente propio. Algunos le dicen “argentino” cuando llega a España, según “EFE”, y él se sonroja. No cambia por ningún otro lugar del mundo a las mujeres argentinas como Paula, el tango de Manzi o los cuentos de Borges. 

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