La obsesión de Penélope Cruz por la que muchos considerarían que necesita ir al médico

Dani Rovira ha vuelto a la televisión con su gran programa de entretenimiento, “La Noche D”, y para que el estreno de la nueva temporada tuviera toda la pompa que el segmento merecía, ha contado con Penélope Cruz y con Pedro Almodóvar como entrevistados. El sitio del encuentro ha sido un espectacular hotel de Madrid, el mismo en el que hace algún tiempo se presentó “Madres Paralelas”, el film que tiene a ambos artistas en el centro de la escena. Por supuesto, el producto final ha sido maravilloso, a punto tal que los invitados han podido hablar sin tapujos de aquellos secretos íntimos que podrían avergonzarlos ante los ojos de muchos.

“La suerte” era el tópico que Dani Rovira tenía como eje en el programa y fue por eso que le consultó a Penélope Cruz y al director si se consideraban personas supersticiosas. Sin vacilar demasiado fue ella quien contestó primero asegurando que sí lo es, aunque no tanto como en el pasado, porque le quitaba demasiada energía. Pedro, por su parte, no se veía como alguien supersticioso en el mal sentido, pero sí cree que él le da buena suerte a la gente con la que trabaja.

Poco después, la estrella de “Vanilla Sky” se animó a ir más allá y confesó un extraño ritual que practica cada vez que debe tomar un avión: ingresa, sale y vuelve a entrar. La primera impresión que causa el testimonio de la mujer de Javier Bardem es sorpresa y asombro, pues ya sabemos la cantidad de vuelos que debe tomar por mes producto de su trabajo, con lo cual esa es una manía que debe repetir muy a menudo. Inmediatamente, Pedro Almovóvar aseguraba que “eso son más bien neurosis” y todos tomaban el tema para la risa.

Si esta obsesión es una de esas que Penélope Cruz no ha podido dejar en el pasado, ¿cuáles serán las que la acompañaban antes? La gran estrella de Hollywood no ha brindado más detalles al respecto, pero no ha sido necesario, pues es evidente que no mentía. Es ampliamente conocido que en el ambiente artístico existen muchas cábalas y trucos de buena suerte que todos los que allí se desempeñan deben cumplir al pie de la letra, como, por ejemplo, que en un set de grabación o en un teatro nadie puede vestir con prendas de color amarillo, pero jamás habíamos escuchado nada sobre reingresos a los aviones.

Más allá de lo descabelladas que podrían haber sonado las ideas de Penélope Cruz, es válido reconocer que no le ha ido nada mal por el camino de las supersticiones, pues hace mucho tiempo que es una de las actrices con más proyección internacional de este país, aunque también puede ser cierto que Almodóvar haya tenido algo que ver en eso. Desear buena suerte o regalar claveles son otros gestos prohibidos en la jerga y, a juzgar por lo que ha dejado claro la oriunda de Alcobendas, ya sabemos que no debe practicar ni querer recibir ninguna de esas ofrendas.