INSÓLITO

La Reina Isabel no podría estar menos feliz que ahora, las restricciones médicas la ahogan

Dentro de poco, la Monarca no podrá valerse por sí misma si continúan los vetos a sus rutinas y costumbres.
viernes, 29 de octubre de 2021 · 20:18

Continúan las restricciones y cada vez son más severas para la Reina Isabel, que al paso que va ni siquiera podrá caminar por sí sola. Desde hace algo más de una semana, sus 95 años no le pesan tanto como todas las prohibiciones que su equipo médico le ha “recomendado”, a fin de llevar una vida más tranquila y sana que le permita disfrutar de su familia sin sobresaltos.

Tal como resume la revista “Hola!”, desde el pasado miércoles 20 de octubre, por razones desconocidas los médicos tratantes de la Reina Isabel han desplegado un conjunto de normativas que impiden de alguna manera que esta pueda llevar su vida como solía hacerlo hasta hace pocas semanas. Quizás sea de forma preventiva o por alguna condición preexistente, pero definitivamente las cosas están cambiando para la Monarca.

Lamentablemente para la Reina Isabel, cabalgar también está dentro de sus nuevas prohibiciones.

Un reposo involuntario de varios días, prohibiciones para el consumo de alcohol y realizar largas caminatas, permanecer acompañada incluso en actos protocolares y otras consideraciones hasta ahora catalogadas como menores, algunas de las que la reina Isabel no puede prescindir si quiere gozar de buena salud en el futuro.

Pero quizás la última determinante por la parte médica, es de todas la que más le debió doler a la Soberana. De ahora en más, tiene prohibido montar a caballo, y no podría haber una situación peor, tomando en cuenta que cabalgar es una de las pasiones de la Reina Isabel, y a su edad, le resultaba de sus aficiones infaltables, especialmente en sus días de retiro vacacional a Balmoral.

Ahora se sabe que la Reina Isabel tampoco asistirá a la cumbre sobre calentamiento global en Glasgow, Escocia.

 Ahora también se sabe que la Reina Isabel no asistirá a la cumbre de la ONU por el cambio climático, que tendrá lugar en la ciudad escocesa de Glasgow, el próximo 1 de noviembre. Para esta ocasión se tenía prevista la reunión de varios líderes mundiales para discutir y proponer algunas soluciones frente a este tema global.

Incluso hace algunas semanas era la monarca quién protagonizaba un hecho insólito cuando una de las cámaras de televisión que filmaba en el Parlamento británico captó algunos comentarios en los que estaba visiblemente enojada porque los presidentes de China, Rusia y La India habían declinado su invitación a participar.

Para la Reina Isabel serán días y semanas difíciles donde su salud será motivo de controversia.

Bien se sabe que tanto la Reina Isabel como su hijo, el Príncipe Carlos, han demostrado ser verdaderos impulsores en la lucha a favor del medioambiente. Su preocupación a raíz de estos temas, fue el motivo que impulsó a la matriarca a decir ‘presente’ en esta reunión, pero finalmente no podrá viajar, aunque se baraja que podría participar al menos de forma telemática.

Lo que realmente podría preocupar en las próximas semanas, es la reacción que pueda sufrir la Reina Isabel a partir de estos cambios bruscos. Se sabe que desde Buckingham, su secretario es presionado para rebajar la cantidad de compromisos diarios, y sería comprensible pues lo que se intenta es aminorar la carga excesiva de trabajo y estrés, pero al mismo tiempo las actividades de ocio comienzan a engrosar la lista de restricciones.

No se descarta que incluso conducir su propio coche comience a ser un problema y decidan que no lo hará más, cuando precisamente, la hípica, manejar vehículos, tomar algún gin tonic en sus tiempos libres o salir a pasear a sus perros siempre fueron las actividades a las que siempre se atribuyó su salud y buena forma.

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