El día que Joan Manuel Serrat tuvo graves problemas para poder cantar lo que quería en Eurovisión

Todos los cantantes de Europa sueñan con llegar al Festival de Eurovisión para atraer a las grandes compañías discográficas del planeta. Las competencias a nivel doméstico parecen ser el eslabón más complejo, pero Joan Manuel Serrat puede confirmar que allí no se terminan los obstáculos. A pesar de lograr lo que Rocío Jurado y Nino Bravo siempre desearon, el trovador se encontró ante un gran problema.

“TVE” decidió que el autor de “Mediterráneo” no represente a España por su decisión de cantar “La, La, La” en catalán. El abuelo de Luna Serrat pensaba llevar sus raíces hacia toda Europa, un claro ejemplo de su gran pertenencia por el separatismo que no fue posible por las influencias del franquismo y la cadena señalada. Similar a este caso fue el de Enzo Guzmán, quien vio interrumpida su llegada al evento por la intromisión del poder político. Tampoco los españoles olvidarán la participación de David Fernández, o el mejor llamado “Rodolfo Chikilicuatre”, que generó gran polémica por su confusa imitación de un argentino.

El concurso más prestigioso del continente tiene páginas oscuras hasta estos días. El veto a Israel que exigieron hace unos años demuestra que los problemas se han renovado de algún modo u otro. Siempre fue preocupante para las grandes cadenas que los participantes no respeten las reglas. Ocurrió con el grupo “Stadio”, que se negó a participar en el Festival de Eurovisión, o bien con Joan Manuel Serrat hacia finales de los años 60. Según “Cope”, el idealismo del catalán le costó el veto televisivo e incluso lo llevó a cruzar el océano por su exilio. En tanto, potenciales ganadores, como “El Dúo Dinámico” o Nino Bravo, veían cómo desaprovechaba la oportunidad.

Los compositores que trabajaron al lado de Julio Iglesias nunca llegaron a la cima que merecían. El autor de “Noelia”, universal en todo el mundo por su sentimiento a la hora de cantar, tampoco fue preseleccionado cuando en 1971 se puso en juego el “Pasaporte a Dublín. “Longplay” añade que una de las ausencias más cuestionadas del festival fue la de Rocío Jurado, siendo que “La niña de los premios” ya era una estrella en la península. Estos casos demuestran que no siempre el más talentoso llega al prestigioso concurso. Enzo Guzmán cumplía todos los requisitos para brillar en el Festival de Eurovisión, pero su Gobierno no quiso pagarle los gastos.

La interpretación de “Sing your song, country boy” podía dejarlo como uno de los grandes candidatos a llevarse el gran premio. El cantante de Malta deseaba revancha, de acuerdo a “Cope”, por sus anteriores presentaciones. El resultado fue una baja de su candidatura que nunca se explicó públicamente. En otras ocasiones, el veto a la participación de Siw Malmkvist (representando a Suecia) estuvo más que justificada por su insólita actitud ante las cámaras, al no tomarse en serio el Festival de Eurovisión. Este punto nunca fue menor en nuestro país: David Fernández fue acusado de lo mismo. Los críticos reprocharon la elección del humorista, quien reivindicaba que “nadie obligó” a los espectadores a que lo eligieran. Su “Rodolfo Chikilicuatre” quedó en el olvido de varios, al punto que decidió no interpretarlo más veces para evitar el recuerdo de su preselección en 2008.