Se supo

El entorno de María Teresa Campos y su particular visión sobre la guerra entre las herederas

La polémica pelea entre las hermanas es seguida con atención por alguien cercano a la familia.
jueves, 25 de noviembre de 2021 · 13:46

Hemos quedado como ilusos los que pensábamos que la pelea entre Terelu y Carmen Borrego podría solucionarse. Aquel encuentro amistoso entre las hermanas en el cumpleaños de Belén Esteban fue prometedor pero las últimas declaraciones de Carmen sobre la colaboradora y su hija cayeron muy mal y abrieron otra guerra. 

A pesar de este conflictivo presente, dentro del entorno más privado de la familia hay esperanza de que la pelea entre Terelu y Carmen Borrego se pueda solucionar. Es que una voz autorizada del clan de María Teresa Campos ha dado su opinión, y lejos de pronosticar un futuro oscuro, esta persona trajo un optimismo inédito pero necesario en el conflicto.   

Carmen Borrego y Terelu.

Quién habló fue Gustavo, chofer, amigo y confidente de la reconocida periodista. El hombre fue interceptado por una reportera mientras él se encontraba en su auto y se mostró abierto a opinar sobre la guerra de las hermanas. Lejos de intentar crear polémica, el chofer aseguró que el actual enfrentamiento es algo natural en los vínculos: “En todas las familias cuecen habas como se dice, no creo que sea una familia diferente”.

Gustavo (Semana).

El confidente de la matriarca contó cuál es su mirada frente al conflicto y sorprende al insistir con seguridad que al final todo se arreglará. “Confío plenamente en que se arreglará, insisto en que se va a solucionar seguro. Yo por lo menos intento mediar, se hace lo que se puede, María Teresa se lo merece”, dijo el chofer sobre su jefa.

Terelu, Gustavo María Teresa Campos. 

Gustavo declaró que María Teresa Campos está al tanto de los conflictos de sus hijas y, al vivir la guerra entre Terelu y Carmen Borrego desde adentro, se esfuerza en difundir una postura conciliadora. Hace unos días, manifestaba que: “Creo que lo único que tienen que hacer es solucionar ellas sus problemas y no dejar que el orgullo elija por las dos. ¿Hay algo más bonito que coger un teléfono y decir hermana, quiero solucionarlo?” decía sin vueltas Gustavo, y tiene toda la razón.

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