Polémica

El imperdonable engaño de Kiko Rivera a Irene Rosales en el día más feliz de su vida

El DJ habría pensado más en el dinero que en la madre de sus hijas.
domingo, 7 de noviembre de 2021 · 01:30

El estilo irónico y con pocos escrúpulos que caracterizó a Kiko Rivera durante toda su vida lo hizo protagonista de episodios verdaderamente cuestionables. Puede que tenga razones para enfadarse con su madre, los programas de plató o su hermana, Chabelita, pero la decisión de engañar a Irene Rosales ante toda España superó cualquier especulación. Aquella boda que el DJ organizó en octubre de 2016 fue una auténtica farsa, siendo que había arriesgado mucho al imponer estrictas condiciones e invitar a sus hermanos Francisco y Cayetano Rivera.

El hijo de Isabel Pantoja celebró una histórica boda con la madre de sus hijas para cumplirle su insistente deseo de pasar por el altar, pero lo cierto es que no llevó los papeles de matrimonio al registro civil. El cantante engañó a todos sus amigos, los platós e incluso a la madre. La mentira tiene patas cortas y la verdad se supo el día que nació la pequeña Ana: figuraba como hija de padres solteros. Esta revelación pone en duda gran parte de este matrimonio (confirmado realmente en 2019). El heredero de Paquirri siempre aseguró que aquella bella sevillana que conoció en el rodaje de “Así soy yo” era la mujer de su vida. No obstante, este comportamiento cambia todo lo dicho.

Kiko Rivera e Irene Rosales, en la boda.

El clan de “La reina de la copla” vuelve a estar en el centro de la polémica por un hecho del pasado. Esta vez, no se trata de la herencia de Paquirri ni las maniobras irregulares de “La Pantoja”, sino de una gran mentira que el hijo de la tonadillera guardaba bajo llave. Kiko Rivera celebró una boda ficticia en 2016 sin que Irene Rosales se enterara, pues su objetivo era ganar dinero por el atractivo mediático. Según “La Razón”, el DJ tampoco creía en que tendrían mucho futuro y trató de no firmar papeles para evitar un escandaloso divorcio. La medida sorprende si se recuerda que exigió contundentes protocolos aquel día. Los presentes confesaron que “confiscó” los celulares y ordenó estrictos requisitos de entrada al cuerpo de seguridad.

Kiko Rivera e Irene Rosales.

Otra de las cuestiones que llamaban la atención era la ausencia de Agustín Pantoja, quien con el paso de los años se distanció más del joven, de acuerdo a “El Periódico”. No cualquiera estaba invitado a esta boda. Las citaciones al gran enlace tenían identificaciones especiales para evitar las falsificaciones, casi como si se tratara de un euro de la Casa de la Moneda. El exparticipante de “Gran Hermano” sabía que todo simulacro requiere de una gran verosimilitud, pero no valoró que el paso del tiempo podía condenarlo. Los empleados del registro civil hicieron que su pareja descubriera la verdad y no tuvo marcha atrás. Irene Rosales discutió durante mucho tiempo con Kiko Rivera por simular la boda, por lo que el DJ hizo todo para remediarlo en abril de 2019.

Irene Rosales y Kiko Rivera, en el bautismo.

Desde que registraron a la pequeña Ana hasta el día del casamiento real, atravesaron su peor crisis de pareja. Esto despeja los rumores por supuestas infidelidades de aquel interín de 2018 a 2019. Lógicamente, Irene Rosales llamó a varios testigos para que certifiquen la firma del verdadero documento de casamiento con Kiko Rivera, de acuerdo a “La Razón”. Esta grave actitud del hijo de “La Pantoja” no eliminó todo el amor que sentía por él. No olvida que el DJ estuvo un año y medio tratando de conquistarla sin éxito, según añade “Hola”. Aceptó su amistad, luego el noviazgo y, tiempo después, llegaría el sabor más agridulce de su vida con el casamiento falso.

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