ADVERTENCIA

Charlène de Mónaco y su historia similar a la de Lady Di que podría terminar con el mismo final

Lamentablemente, son más parecidos que diferencias entre las dos princesas, más de los que quisiéramos.
miércoles, 15 de diciembre de 2021 · 10:05

La vida palaciega, más allá de lo que se puede pensar, es más difícil de sobrellevar de lo que parece, especialmente cuando no se ha nacido en ella. Se trata de un mundo completamente distinto, con códigos, normas, y una carga de compromisos que definitivamente no es para cualquiera. ¿Cuántos casos de éxito hemos visto de hermosas mujeres de origen plebeyo casadas con príncipes y que pudieron adaptarse sin problemas a los rigores de las casas reinantes? Ni siquiera Kate Middleton pudo hacerlo sin ciertas dificultades previas. ¿Otros en los que ha resultado un verdadero desastre? En concreto, la historia de Lady Di es incomparable, pero la de Charlène de Mónaco podría estar bastante cerca.

Sí evaluamos ambos casos, tanto la Princesa de Gales como la monegasca tienen preocupantes puntos en común. Uno de ellos tiene que ver con su incapacidad para acoger las exigencias impuestas por las instituciones a las que perteneció una y pertenece la otra, en principio porque ninguna recibió el apoyo adecuado para aprender todo lo que necesitaban saber para llevar a cabo su papel con efectividad.

En la historia trazada por Charlène de Mónaco en su vida como la esposa del Principe Alberto, nunca se le consideró a la altura de las circunstancias como para asumir 'con gracia' su rol como Princesa Consorte. Al menos Lady Di  no tuvo problemas de origen idiomático pero en el caso de la sudafricana hasta eso le jugó en contra, después de 10 años aún no domina el idioma francés, por lo que nunca se le ha visto pronunciar discurso alguno ante el pueblo monegasco.

Charlène de Mónaco recuerda a Lady Di y no por los temas más halagadores tristemente.

Esto se ha interpretado como un gesto de desinterés por parte de Charlène de Mónaco y, por supuesto, las comparaciones no tardan en llegar: se habla incluso del caso particular de Máxima de Holanda, quién siendo de origen argentino, aprendió otro idioma mucho más complejo para poder casarse con el Rey Guillermo.

En otro esquema de similitudes, la incomprensión y rigidez de sistemas monárquicos son comparables también. Los Windsor nunca fueron capaces de entender la sensibilidad de Diana, y parece que los Grimaldi apuntan hacia el mismo lado, con la supuesta cizaña de la princesa Carolina, cuñada de la sudafricana, quien se habría valido de su influencia mediática en el pequeño principado para expandir su humilde opinión en la que se la califica como ordinaria por su procedencia sin traza alguna de renombre noble, al menos.

Charlène de Mónaco y su cuñada, la Princesa Carolina.

¿Y qué ocurre cuando una persona en semejante escenario no puede manejar toda la presión? El primer síntoma es llorar y tanto la princesa Charlène de Mónaco como Lady Di lo hicieron en público: en el caso de las monegasca ocurrió durante el día de su boda y no precisamente fueron lágrimas de felicidad. Diana se vio abrumada en su primera gira en Australia y su foto dio la vuelta al mundo. Esto, por supuesto, se traduce en problemas mucho más graves a la larga, pues si bien la británica fue víctima de la bulimia y de depresión severa, la exatleta hoy sufre lo propio, e incluso fue internada en un recinto desconocido para preservar su intimidad. En este caso, el Príncipe Alberto se ha mostrado mucho más dispuesto a ayudar a su esposa de lo que pudo vivir su par real en Inglaterra, quien no contó con el apoyo de su esposo, el Príncipe Carlos, porque pensaba que solo exageraba.

Lamentablemente, el punto en que ambas se encuentran tiene que ver con las humillaciones proferidas incluso por sus propios esposos. Mientras que el mundo supo en 1995, a través de una entrevista, que Lady Di vivía un matrimonio de tres, Alberto decidió ir un poco más allá y reconocer a sus hijos ilegítimos. Actualmente, enfrenta una tercera demanda de paternidad y se dice que sería la causa de supuestos conflictos con Charlène de Mónaco y que podría haber influido en su relación al punto de irse a Sudáfrica. Lo demás es historia. El final trágico de Lady Di pareció no ser un llamado a consciencia para otras casas reinantes. ¿Cuál sera el futuro de la monegasca? esperemos que si bien pareciera vivir el doloroso legado de Diana, su destino no sea siquiera similar.

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