DE PELÍCULA

Pedro Carrasco, Rocío Jurado y la clave de un amor que opacó por completo a José Ortega Cano

Al conocer la historia del primer matrimonio de la coplera, suena lógico que su hija sea tan romántica.
domingo, 5 de diciembre de 2021 · 04:00

Es difícil que los artistas que les dedican sus obras al amor no tengan vidas intensas en ese sentido porque las emociones que dejan esas experiencias son las que sustentan el sentimiento que vemos en los cantantes cuando suben a los escenarios, a menos que sean verdaderos actores capaces de ponerse en la piel de personajes que nada tienen que ver con ellos y así llenar estadios, vender discos en todo el mundo y hacernos emocionar hasta las lágrimas. Eso le sucedía a Juan Gabriel, a Isabel Pantoja, a Julio Iglesias y, por supuesto, a Rocío Jurado.

La discreción con la que Rocío Jurado ha manejado toda su vida privada ha derivado en que solo le conociéramos tres parejas formales a lo largo de toda su vida. Seguramente hubo muchos más, pero nadie puede confirmarlos. El primero fue Enrique García Vernetta, un hombre del que estaba profundamente enamorada, juntos compartieron 12 años, pero todo terminó cuando la cantante sintió que estaba lista para dar el primer paso hacia el próximo nivel de compromiso: el casamiento. Enrique también la adoraba, pero no tanto como para pasar con ella por el altar, de modo que huyó despavorido cuando ella le dio el ultimátum.

Rocío Jurado, Pedro Carrasco y Rocío Carrasco.

Luego, llegó Pedro Carrasco a la vida de la intérprete de “Déjala Correr” y, con él, una nueva esperanza. La madre de Rociíto no tenía pensado volver a enamorarse tan pronto, pero un accidente digno de argumento de novela romántica arruinó sus planes. Exactamente así fue, Rocío Jurado cayó rendida a los pies del padre de su hija después de un acto heroico de su parte que le salvó la vida. Ella había asistido a un festival taurino en el que él iba a torear y allí un grupo de fanáticos la embistió contra una valla, se clavó un hierro en el pecho, se desmayó y fue entonces cuando el célebre deportista hizo su parte. “Salté del ruedo, la cogí en brazos, me la llevé a la enfermería y esta boba, cuando se despertó, me preguntó: ‘¿Quieres venir mañana a tomar café a casa?'”, relataba él mismo en un encuentro con la prensa.

Si no tuviéramos plena certeza de lo seria que era Rocío Jurado, perfectamente podríamos creer que aquel relato no era más que un invento para cautivar a la prensa y a los fanáticos, pero sabemos que ese no era su estilo. No le interesaba en lo más mínimo lucrar con su vida privada, mucho menos con acontecimientos ficticios que podrían haberla arruinado para siempre. Lo de la artista y Pedro Carrasco fue un idilio desde el inicio y, lamentablemente, la historia con José Ortega Cano no contó con tanto romanticismo, al menos no en los inicios. El diestro y Rocío se conocieron en la sala de espera de un médico que tenían en común y, aunque ese sea un relato bastante más convencional, luego vinieron años de mucha felicidad para ambos.

Pedro Carrasco y Rocío Jurado.

En la comparativa con Pedro Carrasco, José Ortega Cano sale perdiendo, pero esta historia también nos sirve para comprender por qué Rocío Carrasco intentó por tanto tiempo que su matrimonio con Antonio David Flores funcionara. Rocío Jurado le había inculcado un profundo sentimiento de valor hacia la familia y el ex guardia civil era parte de su familia, pese a que, según su versión, no actuara como tal. Los especialistas aseguran que la personalidad se configura en los primeros años de vida y ser romántico o no serlo es parte de ese proceso. El boxeador y la cantante comenzaron producto de un accidente y luego se separaron antes de que sus vidas los condujeran a uno.

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