La justicia vuelve a pronunciarse en el caso entre Julio Iglesias y Javier Santos, pero no es el final

Hace bastante tiempo que el nombre de Julio Iglesias está envuelto en lo que quizás sea el mayor drama de su vida. Su experiencia en este mundo no se ha caracterizado precisamente por ser tranquila, pero hay un tema que le significa un verdadero dolor de cabeza y es la trifulca judicial que mantiene con Javier Santos, el hombre de 45 años que hace más de tres décadas asegura que el vocalista es su padre biológico e intenta absolutamente todo para obtener el reconocimiento.

Hasta el momento la justicia ha estado del lado de Javier solamente en una oportunidad no menor: cuando constataron que las pruebas de ADN presentadas por él tenían correlación con la información genética de Julio Iglesias y de ese modo parecía que el tema quedaba zanjado y entonces al artista ya no le quedaba más opción que aceptar el dictamen. Sin embargo, su ilustre equipo de abogados apeló aquella decisión y de nuevo las intenciones del joven quedaron en la nada pero siempre sin dejar de insistir.

Lo que ha pasado hace algunos días escala un nivel de dramatismo sin precedentes y no solo respalda la postura del cantante de “Me olvidé de vivir”, sino que termina con las esperanzas y las posibilidades de Santos. Sucede que el Supremo ha rechazado el recurso de casación presentado por quien reclamaba reconocimiento y de esta manera el caso se da por cerrado. Sin embargo, el conjunto de asesores legales que representan a la parte perjudicada ya ha asegurado que no se quedarán de brazos cruzados e intentarán conseguir justicia mediante el Tribunal Constitucional y al Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.

La historia parece de no acabar jamás y, al menos en lo sucesivo, Julio Iglesias no contará con un nuevo retoño en su haber. Decimos que eso no tendrá lugar en lo próximo, pues la perseverancia de Javier Santos ya ha quedado demostrada con estos más de treinta años de lucha ininterrumpida y todo indica que seguirá hasta las últimas consecuencias, sin importar lo que suceda en el medio. Vale destacar que él siempre ha perseguido el reconocimiento paternal y nada de dinero pero puede que ante tanta negativa esa idea cambiara y ahora estuviera algo inspirado por sed de revancha, lo cual no estaría nada mal porque si su postura es cierta, el dinero le corresponde más allá de que lo quiera o no.

Javier Santos supuestamente fue el fruto de una noche apasionada entre Julio Iglesias y la bailarina María Edite Santos. A juzgar por las apariencias y sin considerar que la prueba de ADN salió a favor del joven, es muy destacable que hay un parecido espectacular entre el muchacho y Julio Jr o Enrique, lo cual alimenta aún más la posibilidad de que realmente su historia sea cierta. Habrá que seguir esperando, pues nada está a punto de concluir.