El hilo rojo que une a Madonna y Miguel Bosé va más allá de la música

Si existe un elemento que los españoles hemos sabido colocar en el mundo, además de las gastronomía, eso es la música. Nuestros platillos son inconfundibles en los rincones más insólitos del mundo y también nuestras composiciones sonoras, esas que grafican con versos nuestras raíces y nuestro modo de ser y hacer. En relación a los nombres que han trabajado para que esos elementos se distribuyan sin ton ni son, muchos son los que podríamos mencionar. Sin embargo, aquí pretendemos hacer referencia a un estilo en particular: el flamenco, el género típico de Andalucía sin el que Madonna no puede vivir.

Los fanáticos de Madonna sabrán muy bien que en su repertorio hay muchas pruebas de que, definitivamente, nuestros sonidos le son parte. Quizás lo primero que se nos viene a la mente en este sentido es “La isla bonita”, una canción en la que además del idioma, la artista desplegó todas las posibilidades visuales con herramientas muy características de la vibra flamenca. En más de una vez ha manifestado que seriamente piensa que tiene una conexión inexplicable con este ambiente pero quien, sin lugar a dudas, lo reforzó fue Miguel Bosé.

El evento que marcó el hito tuvo lugar en noviembre del año 1998. La intérprete de “Material girl” se encontraba en Madrid para presentar su disco “Ray of light”. Luego de hacer la clásica recorrida por los medios de comunicación y por los principales puntos turísticos de la ciudad, visitó el programa que su colega conducía en TVE (El séptimo de caballería). Los cantantes establecieron entre sí una conexión casi mágica, a tal punto que Miguel le prometió que esa misma noche la invitaría a ver flamenco. Y prometió.

La fiesta fue organizada completamente para homenajear a Madonna y tuvo lugar en la casa de Piedad Aguirre. Allí estuvieron invitados también otras personalidades como Marta Sánchez, Rosario Flores o Pedro Almodóvar (a quien no le quedaron los mejores recuerdos). “Anoche me lo pasé genial. Miguel Bosé me llevó a una casa, a una fiesta en una casa, y apareció un grupo de gitanos y bailaron flamenco y tocaron la guitarra flamenca toda la noche. Fue muy divertido, fue una noche magnífica”, manifestó la estrella el día siguiente en una entrevista radial luego de haberse repuesto de semejante velada.

"Nunca olvidaré la noche que Miguel Bosé me llevó a ver flamenco. Fue simplemente increíble, algo hermoso y mágico", ha recordado 20 años más tarde Madonna en relación a la fiesta que le organizó su amigo y de la que se llevó los mejores recuerdos no solo de él, sino también de nuestra calidad de anfitriones, de nuestro buen tacto para la planificación de juergas y de lo bien que se nos dan las celebraciones. A partir de entonces. el flamenco le quedó grabado en la piel y cada vez que tuvo oportunidad regresó para degustarlo nuevamente.