Sorprendente

La receta perfecta que utilizaba la asistente de Camilo Sesto en sus peores momentos

Sus inseguridades las manifestaba de una forma que tomó público conocimiento.
jueves, 24 de junio de 2021 · 04:00

Camilo Sesto vivió momentos muy oscuros en sus últimos años. La luz que conservó toda su carrera se iba apagando poco a poco sin que sus fanáticos lo supieran, y las revelaciones llegaron el día que falleció en septiembre de 2019. Detrás del gran cantante de baladas se ocultaba una asistente, que hacía de amiga y vestuarista mientras el artista se sentía solo por su absoluto alejamiento de Lourdes Ornelas y su hijo Camilín.

Raquel Greciano fue la mano derecha del cantante que se ocupó de sus momentos más depresivos a fuerza de chocolates calientes, y compañías en las fiestas navideñas. Para ella, los desayunos con el artista son imborrables por la dulce compañía que se hacían el uno hacia el otro. Era una de las pocas que tenía acceso a la vida del autor de “Perdóname”, y ratifica su obsesión por la estética: además de ocuparse de su vestuario, médicos como Ángel Martín insisten en que se realizó numerosas cirugías que muestran la incomodidad por su figura.

Cuando le veía decaído, le preparaba un chocolate caliente y un croissant con mantequilla y mermelada y merendábamos juntos.

El cantante y su asistente.

“Vanity” precisa las declaraciones de la asistente de Camilo Sesto tras el fallecimiento. Se ha dicho que en su entorno estaba mal rodeado, pero lo cierto que personas como Raquel trataban muy bien al cantante. Confiesa que era tímido, y que las actitudes del artista daban cuenta de cierto “pánico escénico” en los escenarios. Puede que “su joya”, como le solía decir, eran dos personas al mismo tiempo. De ello da cuenta Lourdes Ornelas, quien asocia estas inseguridades a sus cambios de look que dieron un viraje en el “hombre guapísimo” que conoció a principios de los años 80.

Entre estos problemas emergieron también sus adicciones, según “El Español”, en los años dorados que poco a poco acababan la vida del oriundo de Alcoy. Muchos aseguran que trataba de “desafiar” al paso del tiempo, justamente con cirugías estéticas que se convirtieron en una costumbre. Su asistente Raquel reveló que era ella quien la acompañaba tanto a las visitas con el médico, como también a los juzgados. Entre estos autocuidados del artista, un médico asegura que se realizó un “lifting completo” que abarcó desde su cuello hasta su frente, según el diario “Look”.

Camilo Sesto en sus primeros años de fama.

Camilo Sesto no pasaba inadvertidos estos cuestionamientos. En una ocasión, tildó como “frívolos” a quienes le realizaban preguntas por cambios que llegaban hasta su dentadura, de acuerdo a “Fabiosa”. Las críticas no le hacían bien si se contempla que tenía muy en cuenta la opinión de su público, que en su mayoría lo apoyaba y recordaba la época dorada del artista. Llegó a tener un nivel de estética muy especial para presentarse ante fanáticos argentinos, con dos banderas en su chaleco que mostraban su histrionismo. El escenario era un lugar de redención para el autor de “Algo de mí”, pero al volver tomaba bebidas calientes para calmar su ansiedad, según “Vanity”.

Me quedo con los cafés del desayuno, los croissants con mermelada y con Camilo saliendo tembloroso al escenario y comiéndose el mundo.

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