Así eligió Lady Di festejar todos sus cumpleaños tras separarse del Príncipe Carlos

Lady Di tuvo un carisma y personalidad única para afrontar sus últimos años de vida sin el príncipe Carlos. Los británicos y los fanáticos de la realeza en todo el mundo la recuerdan cada 1 de julio por el día de su natalicio. Se afinan detalles para una celebración especial, pero lo cierto es que siempre tuvo hostilidad con la fecha de su cumpleaños.

La princesa Diana de Gales festejaba simplemente con sus dos hijos, padre y su hermana Sarah. Estaba en contra de los grandes eventos de la realeza, siendo que tenía un glamour especial para lucir los mejores vestidos. El motivo de esta actitud es puramente familiar, aunque fue eligiendo rodearse de más gente en sus cumpleaños por una pasión que la caracteriza: la caridad. Entre las obras para el Hospital de niños de Londres y el Centrepoint, la madre de Enrique y Guillermo encontró su celebración ideal.

En sus últimos años de vida, le gustaba pasar la noche del día de su cumpleaños en alguna gala solidaria, ayudando a la gente.

Ninguna mujer nació para ser princesa y vivir los conflictos de la Corona británica. Lady Di mostró con su personalidad que no habría elegido este estilo de vida, pues desde cuando tuvo seis años afrontó los peores dramas que un niño puede tener. En plena infancia, se enteró que sus padres Peter y Frances se separaban, de acuerdo al portal “Quien”. No había tiempo para festejar, ni siquiera cuando formó parte de la Casa de Windsor por su matrimonio con Carlos. Sin embargo, tenía una actitud distinta con el hombre que amaba. La leyenda cuenta que se encargó de ambientar un aniversario de bodas con el estilo de “El Fantasma de la Ópera”.

Habría llamado a un director musical para que se encargue de representar esta icónica obra. El nivel de detallismo de la admirada princesa también se tradujo en el decorado, al mejor estilo de la compañía teatral de West End, que dispuso su escenografía para la celebración. “Cultura ocio” añade que el hijo de la Reina Isabel se quedó sorprendido por la destreza de los bailarines, y la dedicación de su amada esposa para ello. No sabemos si el heredero a la Corona intentó que ella cambiara de opinión, pero sí existen registros de los austeros festejos que se realizaron tras el divorcio. Sus allegados confirman que invitaba a sus amigos más cercanos, y que rechazaba los obsequios o pasteles que le llevaban.

Le gustaba invitar a almorzar a cuatro o cinco amigos al Palacio de Kensington, o íbamos a almorzar a sus restaurantes preferidos de St. James’s.

El portal “Quien” precisa que antes del trágico final del verano de 1997, la princesa realizaba eventos solidarios para festejar mejor. Los presentes en los encuentros del “Royal Marsden Hospital” o en “The National Aids Trust”, podían encontrarse repentinamente un 1 de julio con Lady Di. Alcanzaba su felicidad realizando buenas acciones con los más necesitados; o bien, como tradicionalmente reunía a sus hijos. Seguramente estaría muy descontenta con la estatua que le preparan, pero lo bueno es que Enrique y Guillermo volverán a encontrarse para honrar su memoria en un evento de menos de 100 personas. Según “La Vanguardia”, el primero ya llegó a las tierras británicas y realiza una cuarentena en Frogmore Cottage.