Pedro Almodóvar y un ácido recuerdo que echa por tierra el glamour de Madonna

El nivel en el que se desempeña Pedro Almodóvar nos hace pensar en que no sea ilógico que alguna vez coincidiera con Madonna. Hace algunos días ha terminado el rodaje de su nueva película denominada “Madres paralelas”, lo cual significa que su presente está brillando en todo sentido a pesar de las consecuencias que su rubro ha sufrido por la pandemia. Sin embargo ni siquiera para un artista como él, todo lo que brilla es oro y el hecho de codearse con los emblemas de la industria de la música y del entretenimiento, no siempre le ha garantizado momentos satisfactorios.

La historia del especialista en cine con Madonna es amarga pese a que él tuviera todas las buenas intenciones hacia ella. La anécdota que comparten la relató Pedro el año pasado a propósito de la publicación de una serie de artículos personales que surgieron de las reflexiones del confinamiento. El relato data del año 1990 e incluye a Antonio Banderas, a quien también debe haberle quedado la sensación desagradable pues el destrato lo incluyó.

Pedro conoció a la intérprete de “Material Girl” luego de ganar su primer premio Oscar. Parece que ese evento lo colocó en la mira de la cantante, quien enseguida lo llamó por teléfono y lo invitó al set de “Dick Tracy”. Hasta ese momento no pasó nada malo pero la pesadilla comenzó luego, cuando la diva visitó Madrid a propósito de su gira. En ese contexto ambas estrellas volvieron a ponerse en contacto y para agasajarla el director de “Volver” pensó que era buena idea organizarle una fiesta.

“Ella ya me había dejado claro que además de mí mismo solo había un invitado al que le interesaba conocer, Antonio Banderas”, comentó Almodóvar en su artículo con respecto a las exigencias que Madonna había puesto para la celebración del encuentro. Pero no fue eso lo que más lo sorprendió sino su modo de proceder posterior: “Ella, decidió cómo debíamos sentarnos. Naturalmente, ella se sentó en la mesa principal, conmigo a su derecha y Antonio a su izquierda. Y a Ana Leza la mandó a la mesa más apartada de aquel gran salón”, manifestó con total contundencia y allí ya es posible percibir una falta de decoro por lo menos sorprendente hacia quien entonces era la mujer de la persona a la que ella consideraba más importante entre la multitud.

Como si lo anterior resultase poco, al guionista también le llamó poderosamente la atención otro detalle que tomó relevancia con el tiempo. El equipo de asistentes de Madonna grababa absolutamente todo lo que sucedía en la velada con el pretexto de que “quería llevarse un recuerdo”. Un año más tarde, esas grabaciones componían casi la totalidad de la película “En la cama con Madonna”, un film que fue difundido sin el consentimiento de los famosos que asistieron y en el que, según Pedro, la trama gira en torno al acoso constante que se ejerce sobre el actor.

Cuando Pedro Almodóvar expuso este recuerdo dejó muy claro que no le interesaba que sus palabras pudieran ser interpretadas como una revancha, pues si la situación se hubiese dado a la inversa (él difundiendo cintas sin el consentimiento de la cantante), se le hubiese venido encima una tormenta judicial de la que no habría podido salir ileso. “Madonna nos trató como a pardillos, y algún día tenía que decirlo. Ni nos pidió permiso para utilizar nuestra imagen y además a mí me dobló, porque mi inglés no debía de ser tan bueno”, remató sin pelos en la lengua y de ese modo desenmascaró a la estrella multifacética.