Irene Rosales pierde la paciencia y pone límites tras recibir la acusación más fuerte de su vida

Las consecuencias del distanciamiento entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja parecen no tener fin y quien lo ha demostrado nuevamente hace algunas horas es Irene Rosales, el miembro menos problemático del clan. La muchacha se ha visto obligada a tomar una decisión tan terminante que podría llevarla al arrepentimiento en cuestión de semanas, pero de momento cree que es la mejor manera de enfrentarse al cisma familiar: ha renunciado al programa que conduce Emma García.

Hace muchos años que Irene Rosales se desempeña como colaboradora y siempre su trabajo ha sido un tanto incómodo, pues su rol estaba limitado al aporte de datos jugosos que provinieran de la interna familiar, o al menos eso es lo que sus colegas demostraban que esperaban de ella. Harta de esa situación, ahora ha dado un paso al costado, imaginando que desde el otro lado de la vereda no tendría que dar tantas explicaciones.

Lamentablemente, las expectativas de la nuera de Isabel Pantoja han sido derribadas abruptamente, porque ni bien se ha ausentado del segmento, ha recibido una catarata de nuevas acusaciones que la ensucian bastante. Pablo González es quien ha tomado la voz y, tal como puede apreciarse en el material adjunto, ha asegurado que Irene es quien alimentaría el fuego de la discordia entre Kiko Rivera y su madre. Además, que el matrimonio estaría atravesando una crisis tan grande que en breve anunciarían el divorcio.

Tal como era de esperarse, luego de que esas expresiones salieran a la luz, un equipo de reporteros de Europa Press ha seguido a Irene Rosales hasta el sitio en el que ha recibido la vacuna contra el Coronavirus, con el objetivo de conseguir alguna respuesta defensiva. La tertuliana se ha mostrado bastante sorprendida por los señalamientos, pero no se ha corrido ni un solo milímetro de lo que parece ser su nueva estrategia. No le ha contestado a Pablo González y, solamente, ha reforzado la idea de que por situaciones como estas es que ha dejado su trabajo.

Muchos consideraban que la primera ocasión que Irene Rosales tendría para el arrepentimiento, justamente, sería cuando se la acuse sin pruebas y ya no contara con el respaldo de las cámaras para hacer su descargo. Sin embargo, parece que exactamente de eso está huyendo la esposa del músico y, en relación a los rumores de divorcio, habrá que seguir esperando, pues todo puede suceder.