LA PARTE MENOS RELUCIENTE

Las sombras de Julio Iglesias: boda obligada, séquitos dañinos y un episodio que hizo temer lo peor

Puede que la ausencia del cantante esté vinculada a algunas decisiones del pasado que no fueron tan positivas.
jueves, 15 de julio de 2021 · 02:15

La trascendencia de Julio Iglesias es tan imponente que muchas veces caemos en la falsa ilusión de creer que conocemos absolutamente todo de su vida. Eso es algo que sucede con todas las estrellas internacionales, pero ya sabemos lo bien que se les da la huida ante ciertos tópicos que pudieran resultar controversiales para su carrera. En ese sentido, el artista ha tenido (y continúa teniendo) mucho polvo por esconder debajo de la alfombra.

La fama de conquistador sin límites es una de las cosas que Julio Iglesias no podrá quitarse jamás, sencillamente porque ha hecho bastante mérito para llevar ese mote, tal es así que fue ese el motivo por el cual Isabel Preysler decidió terminar con el matrimonio que los unía. Pero la polémica por la separación en un contexto de terribles infidelidades fue solo el corolario de una crónica más que anunciada, pues lo de ellos comenzó con el pie izquierdo. Isabel y Julio probablemente se querían o sentían atracción física uno por el otro, pero no habrían estado listos para las implicancias del compromiso matrimonial. El embarazo inesperado de Chábeli apuró el normal desarrollo de los acontecimientos, y el resto es historia conocida.

Julio Iglesias e Isabel Preysler el día de su boda.

En el intérprete de “Que no se rompa la noche”, como en muchos de sus colegas, era muy habitual que no pudiera poner límites a sus relaciones interpersonales, motivo por el cual se cree que en la década del setenta ya había tenido intimidad con unas 3.000 mujeres. Esa es una cifra incomprobable y que, quizás, tiene mucho que ver con el mito que se consolidó alrededor de su imagen, pero que podría aportar muchas revelaciones si lo analizara algún especialista en psicología. La revista Pronto especulaba en una oportunidad con que los cientos de mujeres con las que Julio había estado no habían sido suficientes para compensar el vacío que Isabel dejó en su vida cuando dio el portazo, y puede que tuvieran razón.

El mismo medio que acabamos de citar, en el año 1992 sorprendía a propios y ajenos con una noticia que paralizaba: Julio Iglesias habría puesto en peligro de manera intencional su vida, pues ya no habría soportado las angustias propias de la fama y de la soledad. Afortunadamente, las intenciones del vocalista no se cumplieron y pudieron rescatarlo a tiempo, pero en él quedó una huella imborrable, porque sentía que le había fallado a su círculo más íntimo de allegados.

Julio Iglesias.

El mal trago emocional quedó atrás y Julio Iglesias luego no pensó jamás en la idea de volver a hacerse daño, pero eso no significó que su nombre no continuara apareciendo en la palestra de la crónica del corazón. En la actualidad, hay dos tópicos que se cree que son los que más lo afligen. Por un lado, las dolencias físicas propias de su edad y de una vida de trabajo; por otro lado, los dolores de cabeza que le significan sus hijos, tanto Enrique, con quien siempre ha tenido un vínculo un tanto hostil, como Javier Sánchez Santos, quien reclama su paternidad. Sin lugar a dudas, todos los temas hasta aquí desarrollados deben tener algo que ver con su evidente pero no anunciado retiro de los escenarios, ese que tememos que se extienda para siempre.

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