La palabra que pudo salvar a Lady Di del desamor y la tragedia

De los peores tragos amargos de la vida, uno de los más desoladores para muchas personas es el enfrentarse a la cruda verdad cuando se trata de no ser correspondido en el amor, pero hay escenarios peores: recibir un mensaje del ser amado a un día del matrimonio con un mensaje ambiguo, que entrelíneas destacaba el desamor. Así vivió su última noche de soltera Lady Di, antes de dar el "sí quiero", al Príncipe Carlos en la Catedral de San Pablo aquel 29 de julio de 1981.

Justo la noche anterior, Lady Di recibió un mensaje secreto por parte de su prometido: según explica el diario "La Nación" por algún motivo confuso -y hasta absurdo-, el príncipe Carlos pensó que el contenido de esta misiva calmaría sus nervios, pero sin embargo, tuvo más bien el efecto contrario y la llenó de una angustia indescriptible.

¿Qué fue lo que ocasionó este desastroso bajón en el ánimo de la cándida novia? En realidad, las palabras del heredero al trono fueron bastante ambiguas tratándose de un compromiso en el que, según relata la escritora especialista en realeza, Penny Junor, si Lady Di pudo compartir con su novio, habría sido al menos un puñado de veces. Así que el mensaje, aunque alentador en un principio, también fue devastador en sus palabras finales

Estoy tan orgulloso de ti y estaré allí en el altar para ti mañana. ¡Míralos a los ojos y déjalos boquiabiertos!

Pero, junto con ello, siguió una confesión que terminó de derrumbar las ilusiones de Lady Di. Le dijo que no la amaba y deseaba ser sincero para no prometer en falso frente a la iglesia y frente a Dios, pero sentía que el matrimonio podría arreglar las cosas y una vez casados el amor vendría después.

¿En qué estaba pensando? Si existe algo más cruel que aquello, pues, sin duda, fue la vida conyugal tal cual como la conocimos, y aunque Lady Di intentó dar un paso atrás y pensó seriamente en cancelar la boda, al día siguiente, alrededor de 750 millones de personas sintonizamos al unísono la catalogada "boda del siglo" en la que la Princesa contrajo nupcias con el Príncipe de Gales ante la mirada expectante de 3500 invitados presentes, y nadie podría imaginar, ni por error, lo que había ocurrido la noche anterior.

Ella cumplió con el adecuado consejo que Carlos le había ofrecido en aquella carta: el mundo nunca presenció una imagen como aquella. Lady Di fue la novia más radiante de toda la década y marcó un antes y un después en el estilismo para novias durante años, con su hermoso vestido, que hasta el día de hoy es admirado, reverenciado y recordado por todos.

Esta maravillosa pieza icónica que adorno la singular belleza de Lady Di en el que pudo ser el día más importante de su vida, actualmente, está resguardado en bóveda por sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry, en un lugar que solamente los hermanos conocen, es una joya de la moda y confección, elaborado en tela de tafetán blanco marfil, con una impactante cantidad de detalles en pedrería y perlas, que suman unas 10 mil unidades, y su impresionante velo tuvo un largo de 7 metros.

Sin embargo, las esperanzas de la pareja se derrumbaron casi inmediatamente a su enlace nupcial. En el primer año de matrimonio recibieron a su primogénito el príncipe Guillermo pero el matrimonio ya estaba fracturado. El amor nunca llegó para Carlos y Lady Di, ni siquiera con la llegada de sus hijos ni todo el esfuerzo que ella puso para mantener a flote su unión con un hombre que no estaba enamorado de ella.

¿Qué hubiera sido de su vida si ella hubiera sido firme y cancelaba todo? ¿Aún seguiría con vida? ¿Siquiera habría sido feliz? Lamentablemente, es una respuesta que ni siquiera ella será capaz de dar y es posible que nunca la tengamos.