Corinna Larsen afina la puntería y llevaría al Rey Juan Carlos a sus últimas consecuencias

Hasta hace algunas horas, pensábamos que el Rey Felipe podría estar analizando su regreso a España (está de viaje por América) producto del fallecimiento de la abuela de la Reina Letizia, pero si aquello lo preocupaba, no podemos imaginar cómo habrá tomado la novedad de que el Rey Juan Carlos, su padre, vuelve a estar en el cetro del huracán por un nuevo escándalo que supera casi todo lo que conocíamos.

Cuando creíamos que las aguas estaban calmas en la Corona Española, Corinna Larsen reaparece desde las sombras con un movimiento tan arriesgado como inesperado. Acusa al Rey Juan Carlos de haberla perseguido mediante los servicios secretos de España, en el año 2012. Y no estamos hablando de una exposición mediática, sino de una verdadera demanda con implicancias judiciales, pues se ha presentado en los Tribunales Superiores de Londres.

La empresaria alemana está demostrando que es una mujer de armas tomar y que está muy bien asesorada, pues, de lo contrario, no se animaría a enfrentarse a la embestidura y al poder que sigue representando el marido de Doña Sofía, aunque ya no tenga el Trono a su cargo. Aparentemente, la mujer ha sido sometida a un seguimiento ilegal de todos sus movimientos y por eso es que, ahora, además de poner a su examigo contra las cuerdas, exige una indemnización que alcanzaría los millones de euros y una orden de alejamiento.

Es importante destacar que la historia de idas y venidas entre el Rey Juan Carlos y Corinna Larsen data de hace bastante tiempo y todo habría comenzado como una amistad demasiado íntima, con la que el Exmonarca comenzó a fomentar los rumores de haberle sido desleal a quien en aquella época era Su Majestad. Don Juan Carlos le regaló una espectacular suma de dinero con el objetivo de que ella y sus hijos vivieran bien, pero aparentemente ese dinero no provenía de fondos completamente lícitos, de modo que le pidió una devolución, ella se resistió y, a partir de entonces, empezó la pesadilla para ella.

Mientras los ánimos en Casa Real toman temperatura, el Rey Juan Carlos continúa con su apacible exilio en Emiratos Árabes, sitio en el que sigue recibiendo un tratamiento muy acorde a su salud. Hace algunos meses se especulaba bastante con su regreso, pero si no lo hizo cuando “no había moros en la costa”, mucho menos lo hará ahora que su nombre ha vuelto a tomar trascendencia y no precisamente por buenos motivos. Estamos frente a un verdadero escándalo de implicancias políticas internacionales, de modo que aún quedan muchos capítulos por relatar.