Emotivo

El pasado que Dyango recuerda con sufrimiento, pero al que no teme volver a sus 81 años

El cantante se diferenció de la actitud de otros artistas.
jueves, 29 de julio de 2021 · 06:00

Los artistas que nacen en un entorno humilde entienden mejor que nadie que alcanzar la cima de la fama es un reto difícil para pocos, por la dificultad de mantenerse. Dyango ha tenido una vida llena de sorpresas y, a sus 81 años, solo puede agradecer al público y todo el ambiente artístico. Sigue conservando su espíritu a pesar de no tener al pilar fundamental de su vida.

El cantante barcelonés está tan agradecido con la vida que ha tenido que no se enfadaría si se vuelve más pobre, pues es una situación de necesidad que ya conoce. Añade a más artistas de nuestro país en esta realidad, y tiene sus razones al ser comparable a la vida de Rocío Jurado, Antonio Canales u otros músicos exitosos que supieron pasar falencias en sus vidas. Por su parte, no perdió el rumbo artístico por la pandemia, sino que lo potenció como celebración a sus 50 años de trayectoria. “Por volverte a ver” fue uno de los hits que, en compañía de Andrés Barrios, sorprendió al público por su gran interpretación mientras los fanáticos estaban confinados.

He sido pobre como una rata y luego no he tirado el dinero.

Dyango.

Contrario a las excentricidades que caracterizan a los grandes artistas, Dyango suele tener una vida más rudimentaria de lo normal porque alcanzó su máxima meta desde hace tiempo. Como explicó a “La Razón”, el único interés del autor de “Corazón mágico” es cantar y que lo escuchen, llegar a ser una estrella no es un camino que anhele. Tampoco pasar a otras disciplinas que poco tengan que ver con sus proyectos artísticos, pues su retiro de la disciplina solo sería por una fuerza mayor. Pudo haber ocurrido en 2014, cuando le diagnosticaron que tenía un nervio calcificado y fue intervenido quirúrgicamente.

El artista entendió que sería más difícil abandonar aquello que más amaba en la vida: la música. Tal como confesaba a “El Periódico”, se trata de una pasión inseparable de su vida, dado que desde sus primeros años, hasta la etapa de su ingreso a un conservatorio, confirmó que era el lugar donde conseguía todas las respuestas que necesitaba. Pero existió una persona que también lo guió en sus momentos más dubitativos. Se trata de su madre, alguien que le inculcó este arte llevándolo a conciertos y con una rutina musical diaria. También era muy exigente con él, pues le recordaba hasta teniendo 102 años, que lo importante era no desafinar en éxitos como “Cuando quieras, donde quieras”.

El artista barcelonés en una ceremonia.

Si bien había triunfado en Buenos Aires y otros rincones latinoamericanos, el cantante tenía esta voz casi de profesora detrás suyo. Según “La Vanguardia”, tenía claro que con el arte “se nace y hace” y que todo lo que hizo con su vida fue una búsqueda de perfeccionamiento que nadie puede quitarle. Por ello, su música y afición a la pintura no la cambia por otra actividad. Ni siquiera por las islas que compró Shakira, ni toda la fortuna del mundo. Cantar es parte de la vida de Dyango, y la pintura una forma de transmitir con trabajos benéficos un singular aporte a la comunidad, tal como precisa “La Razón”.

Me ha ido mucho mejor de lo que creía. Grabo lo que quiero y hago las giras que quiero.

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