El infierno que deberá enfrentar Charlène de Mónaco en su regreso al Principado

La situación personal de Charlène de Mónaco toma un rumbo más esclarecedor y definitivo, después de 3 meses como residente "involuntaria en su país natal Sudáfrica, luego de haber contraído una severa infección en garganta y oídos que condujo a una serie de intervenciones de emergencia.

Sin embargo, se conoció que la Princesa necesitará someterse a un nuevo tratamiento que alargará unos meses más su estancia en el país africano y, por consecuencia directa, seguirá lejos de su esposo, el Príncipe Alberto, y sus pequeños hijos, Jacques y Gabriella.

Así lo reveló Charlène de Mónaco en una entrevista concedida a la periodista local Mandy Wiener, en Sudáfrica Radio 702, que sirvió para aclarar que actualmente su condición de salud ha mejorado, pero requiere de un tiempo más para estar óptima.

Es por ello que todo indica que Charlène de Mónaco no podrá retornar a su segundo país sino quizás hasta finales del verano, pues requiere de un último tratamiento y entre este paso y el tiempo que le tomará recuperarse, no será en el futuro más próximo.

Se necesita tiempo para abordar el problema que estoy teniendo. No puedo forzar la curación, así que estaré en Sudáfrica hasta finales de octubre.

Para esclarecer la gravedad de su cuadro clínico y disipar dudas, Charlène de Mónaco explicó durante su aparición en la televisora "Channel 24", hace ya algunas semanas, que esta afección escaló en deterioro debido a "una intervención en la boca en la que le elevaron el seno maxilar, un procedimiento habitual previo a la colocación de un implante", que desencadenó el proceso bacteriano de forma silenciosa y que se desarrolló incluso antes de pisar suelo sudafricano.

La monegasca asegura con vehemencia que sólo fue consciente de los síntomas, tras un fuerte dolor de oídos que le impidió seguir llevando a cabo algunas actividades que tenía previstas en Johannesburgo, luego de su exitosa campaña a favor de los rinocerontes y contra la caza furtiva.

Ahora, no sólo se trata del hecho de haber caído gravemente enferma, sino que según lo explicaba la misma Charlène de Mónaco, tras haber salido de peligro, lo que más ha costado es que sus oídos logren estabilizarse totalmente Mientras no lo logre de forma satisfactoria, sus médicos mantendrán el mismo diagnóstico: no podrá soportar la presión sostenida en un vuelo a unos 20 mil pies que la traslade desde la capital sudafricana hasta el pequeño Principado.

Esta condición agravada ha tenido un costo muy alto para Charlène de Mónaco, quién ha sufrido el estar ausente en la vida de su esposo e hijos, mientras los rumores de divorcio resuenan cada vez con más fuerza en los medios internacionales. Sin embargo, a la Princesa otros temas la entristecen, uno de ellos es el no poder asistir del brazo de su esposo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, debido a que el Príncipe Alberto es uno de los miembros principales del Comité Olímpico y ella misma participó en la edición del año 2000.