“Everyday Chemistry”, el disco que demuestra que Los Beatles nunca se separaron

Las historias oficiales no siempre son confiables y hay quienes creen que justamente ese título es el mayor elemento para desconfiar de ellas. En lo que respecta a “Los Beatles”, el cuento autorizado es el que todos conocemos: luego de muchos años de giras internacionales, de revolución musical y de éxito descomunal, George Harrison, Paul McCartney, Ringo Starr y John Lennon decidían que querían comenzar a explorar sus horizontes profesionales en solitario, pues el proyecto conjunto ya no le venía bien a ninguno. Fue entonces que empezamos a disfrutar de cada uno de ellos por separado, pero hay otra historia que es mucho más atrapante que la original.

“Everyday Chemistry” es, para muchos, la materialización de un sueño. El material discográfico que rompió paradigmas en lo comercial y en lo discursivo y que en ese proceso alimentó la ilusión de que “Los Beatles” nunca se separaron. James Richards es el nombre ficticio de quien está detrás de esta historia, un hombre que no puede revelar su verdadera identidad por cuestiones de seguridad, según él mismo manifestó cuando dio a conocer el relato por el que fue catalogado como un loco y no es para menos, pues asegura que este conjunto de canciones fueron compuestas y grabadas por los londinenses en un universo paralelo.

Así es, cuando hacíamos referencia a un material inédito que probaría que el conjunto al que todas las bandas quieren parecerse nunca se disolvió, no estamos hablando a que continuaron en secreto; sino a que continuaron unidos en una dimensión paralela. James es quien difundió el cassette y el modo en el que, supuestamente, llegó a sus manos, tiene todo que ver con ese mundo fantástico que no discrepa mucho de aquello con lo que soñaba Paul McCartney en sus orígenes. En septiembre del año 2009, el hombre paseaba a su perro en alguna zona alejada de California, sufrió un desmayo y despertó en la casa de un anciano que lo había socorrido. El salvador aseguraba que era un viajero del tiempo y del espacio y, para probar su teoría, le conto que allí, su grupo favorito continuaba unido.

James intentó traer consigo algún material que le sirviera para probar su experiencia cuando regresara a su tiempo y espacio habitual, pero el hombre no se lo permitió, pues en ese caso algo malo podía suceder. Sin embargo, Richards hizo caso omiso a la advertencia y, en un descuido del anciano, tomó una copia de “Everyday Chemistry” y en breve apareció junto a su auto como por arte de magia. Cuando despertó, inmediatamente, decidió que quería que su historia se haga conocida, de modo que publicó la cronología de los acontecimientos y también la música para que quien quisiera, la descargase de forma gratuita para completar así la totalidad de la obra de “Los Beatles”.

Por supuesto, la teoría de James Richards es controversial y cuenta con muchos detractores, pero eso es algo a lo que él sabía que se enfrentaría, pues muchas veces también dudó de su propia experiencia. Los críticos musicales aseguran que “Everyday Chemistry” no es más que un “mash up” de las canciones que lanzaron como solitas. No obstante, y más allá de que reconozcamos que las posibilidades de que la historia sea real son una en un millón, la idea es absolutamente fascinante para quienes se quedaron con ganas de disfrutar a “Los Beatles” más tiempo. En esa otra dimensión, es posible que John Lennon no hubiese sido asesinado y que hasta se hubiese aceptado a Yoko Ono como una integrante más.