El mayor aprendizaje que ha tomado Isabel Preysler de los momentos más angustiantes de su vida

Antes de ser conocida por toda la farándula por su casamiento con Julio Iglesias, Isabel Preysler tenía una vida que tampoco era tan tranquila en su país natal. Padeció junto a su madre “Betty”, el sufrimiento por la pérdida de dos de sus hermanos, Enrique y Carlos. El primero falleció cuando era joven, mientras que el segundo lo hizo más tarde tras estar condenado. Esta última relación fue controvertida, pues la madre de Tamara Falcó no acudió a despedirlo. Asegura que era “imposible” organizar un viaje, debido a que debía cuidar de su exesposo Carlos.

La madre de Enrique Iglesias ha sufrido la pérdida de tres hermanos y sus padres, prácticamente toda la familia con la que creció en Manila. Ahora sus hijos deben convertirse en los pilares de su vida. Jamás olvidará a la madre que acaba de fallecer, ni tampoco a “Betty” Preysler”, la hermana que luchó hasta el final contra el cáncer. Después de esto, vino el final de Miguel Boyer, una partida que muchos aseguran que fue tan dolorosa como las anteriores. “Le va a costar superar”, vaticinaban sus allegados, pero finalmente su corazón de hierro le dio esperanzas para reorientar su vida con Mario Vargas Llosa.

La vida presenta numerosos obstáculos que no le dan tiempo de prepararse, ni siquiera a los famosos, para afrontarlos. Cuando todavía era joven y vivía en las Islas Filipinas, Isabel Preysler sufrió por el fallecimiento de su hermano Enrique tras un dramático accidente. Era la primera vez que la tragedia se presentaba en la familia burguesa, que ya miraba con preocupación la conducta del joven Carlos Preysler. Tenía apenas 16 años y ya había caído en las adicciones, una pesadilla de la cual nunca pudo salir. La exesposa de Julio Iglesias nunca quiso hablar sobre él, al contrario de Enrique, a quien llegó a homenajear en el nacimiento del autor de “Bailando”. En la opinión de la socialité, siempre trató a Carlos como un “enfermo” que causó daños irreparables para su familia. Es una definición cruda que se reflejó en su comportamiento.

Tras conocerse el fallecimiento del hermano que pasó por la prisión de Manila, la madre de Tamara Falcó tuvo que defenderse por no despedirlo. Según “Vanitatis”, defendía que el traslado hacia Filipinas se había tornado cuesta arriba, debido a que su madre “Betty” tenía ciertos problemas físicos que le impedían moverse rápidamente. “Tenía gripe”, justificaba en relación a la ausencia de ambas, y respecto a los rumores de pasar tiempo en una fiesta mientras se desarrollaba la despedida. Este momento tenso que protagonizaba al recordar a Carlos también fue opuesto al vivido con la pérdida de su hermana “Betty”. Falleció de cáncer en 2011, un momento doloroso para toda la familia que se reunía, con la excepción de Chábeli y Enrique Iglesias, con el fin de despedirla.

En medio de este triste adiós, Miguel Boyer comenzaba a presentar ciertas dolencias físicas. Paradójicamente, cuando fallece Carlos Preysler había atravesado un ictus que había preocupado mucho a su esposa. Pero el destino impuso una nueva barrera para la socialité en 2014, llevándose a su tercer esposo. Los cuadros clínicos de derrames se agravaron hasta llegar a la terminante embolia pulmonar que puso fin a su vida. Tal como retrataba “El Mundo” en aquel entonces, los amigos del execonomista lamentaron que no llegaron a tener tiempo para despedirlo. “Ha sido todo muy repentino”, deslizaba Carlos Solchaga. Muchos creen que era el amor definitivo de Isabel Preysler, su “mayor pena”; pero finalmente volvió a darle una oportunidad a su corazón con el ganador del Premio Nóbel, Mario Vargas Llosa, un año después.