ESCALOFRIANTE

La maldición que explica por qué Charlene de Mónaco está destinada al fracaso de su matrimonio

La Princesa y su esposo serían las últimas víctimas del mal augurio que persigue a los Grimaldi.
domingo, 29 de agosto de 2021 · 02:30

La historia que les contaremos es, sin duda, una de las más sórdidas qué podría explicar el por qué de algunas de las tragedias que han sacudido a la Casa Grimaldi por siglos, y hoy podrían explicar la accidentada relación entre Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto, muy a pesar de sus esfuerzos por mostrarse firmes ante un matrimonio que cada vez más parece ir en vertiginosa picada.

Para ello, tenemos que adentrarnos en el extraño prontuario que precede a la familia real monegasca que data de al menos unos 700 años y destaca un escabroso mito que muchos ratifican como cierto. Sin ánimos de polemizar, si algo es cierto es que hasta ahora ninguno de los integrantes del clan ha tenido suerte en el amor, y esto tendría origen en el mal augurio que arrojó una mujer sobre el primer gobernante Grimaldi de la historia.

Son muy contadas las ocasiones en las que Charlène de Mónaco se ve feliz o conforme con la principesca vida que ha tenido junto al Príncipe Alberto.

Según el relato de la revista "Vanitatis", Rainiero I, el primer gobernante de este Principado, tenía un macabro gusto por cometer actos de ultraje contra las mujeres cuando logró conquistar el pequeño país. En uno de sus actos condenables, una de sus víctimas arrojó sobre él la frase que marcó a su estirpe: "Los Grimaldi nunca encontrarán el amor en el matrimonio". El descarnado Príncipe después habría vivido lo suficiente para ver con total horror cómo los designios de esta mujer marcaron a su familia por generaciones.

Y la verdad sea dicha: ¿cuántos escándalos, divorcios, decepciones amorosas e hijos ilegítimos no guarda la historicidad de la familia política de Charlène de Mónaco? Al menos históricamente se tiene registro de que los abuelos del Príncipe Alberto, la Princesa Carlota y Pedro de Polignac habrían sido las primeras víctimas de esta sentencia: un matrimonio fallido después de 13 años de unión y la supuesta homosexualidad del esposo de la Consorte habrían sido la causa para el afortunado desenlace.

Muchos piensan que la tragedia empezó con Grace Kelly, suegra de Charlène de Mónaco, pero los hechos escabrosos de los Grimaldi traspasan el tiempo.

A esto hay que sumar el trágico final de la incomparable Grace Kelly, madre del Príncipe Alberto y suegra de Charlène de Mónaco, quien falleció de forma repentina, tras ser víctima de un accidente automovilístico y cuyo enlace siempre fue objeto de sospechas, debido a que se trataría de una relación tormentosa. Menos afortunadas han sido las cuñadas de la sudafricana, las princesas Carolina y Estefanía, quienes han contraído matrimonio en más de una ocasión y los resultados son de escandaloso dominio público.

Si extendemos el radar hacia otros miembros de la familia política de Charlène de Mónaco, nos encontramos con que la tía paterna del Príncipe Alberto, la Princesa Antoinette, tuvo 3 matrimonios fallidos, de los cuales el último terminó en tragedia cuándo el bailarín John Brian Gilpin falleció apenas a seis semanas de celebrar su enlace con ella. Y ni hablar de sus hijos, producto de estos amores quienes al menos una vez han atravesado por penosos divorcios.

Para Charlène de Mónaco, todo empezó mal desde el día de su matrimonio.

Pero, en un giro más actual de los acontecimientos, podemos centrarnos en la actual relación entre el Príncipe Alberto y Charlène de Mónaco. Si retrocedemos, hasta hace apenas diez años, las imágenes de la exatleta conmovieron al mundo, cuando en el que se suponía el día más importante de su vida, no dejó de llorar durante todo lo que duró la ceremonia eclesiástica.

A pesar de los rumores y de sus intentos por erradicarlos con sus alentadores posados en tierra africana, lo cierto es que, desde el inicio, los intentos de Charlène de Mónaco por escapar del Principado bajo cualquier justificación convincente son historia corriente en su relación con su esposo. Además, hay acusaciones que señalan al Príncipe Alberto por supuestas infidelidades, brillan en presencia sus dos hijos ilegítimos ya reconocidos y un tercer caso abierto. Esas son solo algunas de las humillaciones que la Princesa debió enfrentar en el pasado y nos refieren al seudónimo por el cual se le reconoce, "La Princesa más triste del mundo".

Aunque, afortunadamente, algunos de los integrantes de la familia real han logrado "salvarse" de este mal augurio que persigue a su linaje desde hace algunos siglos, si la leyenda es cierta, todo indica que el matrimonio entre el Príncipe Alberto y Charlène de Mónaco también está destinado al fracaso, aunque la pareja insista en negarlo e intente forzar las cosas por medio de edulcoradas declaraciones públicas a través de las redes sociales y abrazos "fraternales" en Johannesburgo. Solo el tiempo lo dirá.

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