Histórico

El peor lugar en el que Los Beatles tocaron los marcó para siempre y jamás volvieron

Un solo integrante del grupo decidió volver.
jueves, 5 de agosto de 2021 · 20:39

Desde cuando formaban “The Quarry Men”, John Lennon y Paul McCartney soñaban con tener a los grandes pubs del Reino Unido a sus pies. La fama progresiva que adquirieron siendo ya Los Beatles no hubiese sido posible sin un lugar emblemático para su carrera. “The Cavern” fue parte del mito de los autores de “Let it be”, pues desde su primera presentación por cinco libras hasta el concierto final en 1963, fue un espacio que les dejó buenos recuerdos.

El último show de los fabulosos de Liverpool será recordado como el número 292 y por haberse agotado 500 entradas en solo media hora. El local estaba tan repleto de público que el propio autor de “Imagine” estaba algo fastidioso por las condiciones de limpieza. Las seis bandas que los precedieron estaban felices por el clima festivo que se vivía, pero los protagonistas de la noche solo mostraban signos de arrepentimiento. El único que se atrevió a volver a ese lugar mágico fue McCartney. Lo hizo en su etapa solista durante 1999, al entender que “el fin de siglo” se merecía este retorno histórico para los beatlemaníacos.

La multitud afuera del local se estaba volviendo loca.

La fama de Los Beatles aumentó exponencialmente entre la primera y última vez en “The Cavern”. La desesperación que estos jóvenes talentosos ya generaban en las chicas estadounidenses en “The Ed Sullivan Show” tuvo su propia réplica en el pub de Liverpool que los vio nacer. Las muchachas llegaron a romperle el saco de mohair a John Lennon, con el solo fin de poder abrazarlo. Tenía claro que ya no era aquel músico desalineado que dos años antes se había presentado casi entre risas del público. La primera versión que los pioneros del rock dieron en el club fue para el olvido: vestían camperas de cuero, jeans y pelo tan largo que a George Harrison le negaron el ingreso.

La performance musical también corrió la misma mala suerte. El dueño del lugar sugirió a John que frene su cover de Elvis Presley y la remuneración fue bastante baja para la época. No obstante, el grupo de pop rock siguió perseverando hasta que un día se presentó un tal Brian Epstein. “Me interesó su forma de moverse, la conexión entre ellos”, deslizó el manager cuando tuvo que explicar su descubrimiento. Hasta le pareció valiente, aunque lo terminó corrigiendo, que lucieron ropa fuera de moda. La historia dirá que los fabulosos de Liverpool cambiaron, pero “The Cavern no”. La humedad y problemas de ventilación de la primera vez siguieron en la última, lo cual llevó a un lamentable corte de luz.

Imagen de los exteriores de "The Cavern".

Esto se demostró cuando conectaron los instrumentos, saltaron los tapones y se apagaron las luces.

Teniendo en cuenta que una multitud esperaba que se solucionaran los problemas, Los Beatles sacaron de la galera a “When I’m Sixty-Four” para entretener al público. Cuatro años después, se convertiría en una más de las canciones que formaron “Sgt. Pepper's”, uno de los álbumes más aclamados de la banda. Pero todos los presentes, incluso las bandas que tocaron antes que ellos, coincidieron en que fue una noche para el olvido por las dificultades que generó la humedad. Al contrario de esta última visita, Paul McCartney volvió al club como un “guiño a la música” en diciembre de 1999. El bajista estaba en un difícil momento sentimental y trató de refugiarse en su pasión para salir adelante, rodeado de colegas como David Gilmour e Ian Paice en aquel concierto.

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