Qué es la maldición de los Windsor que atormenta al Príncipe Guillermo y Kate Middleton

Sobre la familia real británica pesa una suerte de mal augurio que, a excepción de la Reina Isabel y el Duque Felipe de Edimburgo, ha cargado contra el resto de los miembros de la familia Windsor. Esto tiene que ver sin más vueltas para dar, con toda una sucesión histórica de matrimonios fallidos pero al menos una pareja parece haber roto la rueda: nos referimos, por supuesto, al Príncipe Guillermo y a su esposa Kate middleton.

Si lo analizamos, la familia real no ha tenido demasiada suerte en el terreno amoroso y las razones se cuentan por miles. Nada más con rememorar el auténtico desastre que resultó el enlace nupcial entre el príncipe Carlos y la Princesa Diana sería suficiente, pero en el conteo, tres de los cuatro hijos de la Soberana están divorciados y solo el Príncipe Eduardo se mantiene en feliz matrimonio con su esposa Sophie de Wessex.

En el imaginario popular se cree que los Windsor están condenados a una suerte de maldición que les impide a muchos de sus miembros encontrar la felicidad. Es por ello que expertos en materia de realeza intentan explicar el fenómeno Guillermo- Kate Middleton, quienes, por cierto, celebraron sus bodas de aluminio el pasado mes de abril, que lamentablemente coincidió a los días posteriores del deceso del Príncipe Felipe.

Una de las destacadas periodistas en el rubro, Daniela Elser, ofreció su punto de vista al medio inglés "Carins Post", y señaló que la clave que mantiene unido y fuerte al matrimonio entre el Duque y la Duquesa de Cambridge se debe a que "funcionan juntos y muy bien". La complementaridad se da porque han pasado por muchos momentos juntos, se conocen a la perfección y han logrado como equipo vencer a un enemigo común: la timidez.

Un amigo cercano a la pareja añade que en el caso puntual de Guillermo y Kate Middleton sucede, afortunadamente, todo lo contrario a lo que generaba todas las fricciones entre los padres del Príncipe: la popularidad de Lady Di resultaba chocante para el de Gales y sus celos no le permitían entender que la Princesa no tenía culpa en ello.

No hay celos, no hay fricciones, están felices el uno por el éxito del otro. Guillermo habla con tanta pasión del trabajo de Kate como de sus propias campañas.

Pero, quizás la clave del éxito entre el feliz matrimonio radica, según la opinión de los expertos, en que las experiencias de vida de cada uno y la procedencia plebeya de Kate Middleton resultó un cable a tierra para el heredero al trono, pues ella le ofrece la posibilidad de llevar una vida conjunta dentro de la mayor normalidad y sencillez posibles, que particularmente Guillermo disfruta con su familia política, y se mantiene muy apegado a ellos.

Guillermo los adora absolutamente. Michael, el papá de Kate Middleton, es encantador. Realmente amable, suave y gentil. A Guillermo le encanta ir al campo para quedarse con ellos. Su vida familiar es tan reconfortante para él, ya que es tan diferente a la de su propia familia.

Así que en la vida que comparten, este referente sirve como hoja de ruta para el estilo de crianza que aspiran establecer para sus hijos. Tanto el príncipe Guillermo como Kate Middleton se han  esforzado durante muchos años para generar este equilibrio y finalmente se encuentran en ese punto en el cual la vida "normal" y la palaciega van de la mano y en total sinergia.

Pero es gracias a Kate Middleton que, si bien su esposo no pudo disfrutar de una niñez normal, al menos, si puede hacerlo como padre: Tras el nacimiento del primogénito George, a la Duquesa se le ocurrió un ingenioso pacto con los medios locales en los que se acordó que "Casa Real" se encargaría de difundir varias fotos oficiales del niño y, a cambio, se le permitiría a la familia espacios de privacidad y tranquilidad sin necesidad de asedio ni persecuciones que pudieran afectarlos como familia. ¡Es una verdadera tristeza que en tiempos de Diana este pacto no hubiera existido, quizás su destino habría sido otro!

Pero lo increíble es que realmente funcionó, y ambas partes cumplen con su parte del trato hasta nuestros días cuando la pareja ya tiene a sus otros dos hijos, los príncipes Charlotte y Louis. El arrojo de Kate Middleton para defender a su familia y abogar por sus intereses frente al coloso mediático es algo que Guillermo siempre reconoce y agradecerá y así lo ha corroborado un amigo de la familia.

Les tomó años llegar allí, pero el éxito de ese plan les permitió tener confianza y estar contentos en su papel. Hoy ya no les preocupa la privacidad de sus hijos y Guillermo ha podido ser el tipo de padre que quiere ser.