Charlène de Mónaco se enfrenta a la ira pública, tras posible situación de maltrato en el Principado

Este podría ser calificado como el peor año para el Principado monegasco, a razón de los últimos hechos que han acaecido a nivel institucional. La ausencia prolongada de Charlène de Mónaco ha pasado factura sin duda alguna, gracias a una infección de oídos y garganta que parece no ceder, las sospechas de un matrimonio fallido y la última entrevista que la exnovia del Principe Alberto, Nicole Coste, concediera a la revista "Paris Match", en las que perpetra en lo comunicacional, uno de los peores ataques frontales hacia la figura de la princesa, sin que esta siquiera tenga la oportunidad de defenderse.

No pasaron por debajo de la mesa, las declaraciones de la exazafata togolesa y madre del primogénito ilegítimo del Príncipe Alberto, cuando expuso las humillaciones a las que fuera sometido su hijo, Alexandre, que habría orquestado Charlène de Mónaco cuando el joven de 18 años fuera apenas un niño.

Recordemos que, en aquella oportunidad, esta mujer habría acusado a la sudafricana de realizar algunas acciones cuestionables, como relegar al pequeño Alexandre a dormir en las habitaciones de los empleados cuando el Príncipe Alberto se encontraba fuera del Principado. La razón que habría motivado a esta situación, según lo expuesto por Coste, habría sido por celos, debido a que Charlène de Mónaco tuvo dificultades para concebir en los primeros 6 años de su matrimonio y en consecuencia dirigió su "frustración" hacia el chico, quién tendría unos 7 años.

Sí bien es cierto que la Princesa Charlène de Mónaco no se encuentra en posición para defenderse ante estas acusaciones, parece tener a una aliada que puede defenderla: se trata de una amiga cercana a la pareja real, quién ha decidido salir en defensa de la exatleta y por ello decidió contraatacar a través de la revista "People".

Esta fuente no revelada repasó el hecho de que, para Charlène de Mónaco, su trance de atleta olímpica a Princesa de un principado europeo, no fue fácil. No obstante, considera incapaz a la sudafricana de atentar contra la dignidad de un niño, precisamente porque, por aquellos años, ella misma deseaba ser madre. Afortunadamente, la vida la premió no con uno, sino con dos hijos, los pequeños príncipes Jacques y Gabriella.

El paso de Charlène de Mónaco hacia la maternidad, significó un cambio importante tanto para su vida personal como en lo institucional, pues finalmente había encontrado su lugar, con un rol en el que ella se volcó plenamente, hecho que las cortes y el Principado no entendieron del todo bien. Ella eligió ser madre antes que Consorte.

A propósito de esto, la fuente a favor de Charlène de Mónaco asegura que "ella es increíblemente protectora con los niños. Se ve a sí misma como la protectora de los herederos, y no como la princesa de Mónaco", cuestión que, de alguna manera, podemos avalar, tomando en cuenta que en comparación con los primeros años de vida de los pequeños príncipes, y este momento atípico en el que la Princesa no se encuentra en Mónaco, ambos han tenido una mayor cantidad de apariciones públicas de la mano de su padre, el Principe Alberto.

Ahora bien, ¿qué opinión le merece a la persona entrevistada, los testimonios de Conté en relación a la posibilidad de que Charlene de Mónaco maltratara de forma solapada a los hijos que tuvo el Príncipe Alberto fuera del matrimonio?

La princesa Charlène era en realidad la que intentaba mantener unida a toda la familia. Para los niños, la princesa «es una especie de heroína.

No podríamos asegurar si realmente esto tendría asidero. En esos años, para Charlène de Mónaco era prioritario concebir un heredero para consolidar su posición como Consorte del Principe Alberto, y haciendo tema aparte con la presión a la que se mantuvo sometida, tener que lidiar con una exnovia del Grimaldi pavoneándose con su pequeño hijo inocente de todo aquel drama por los pasillos del Palacio, no habría sido fácil. En todo caso, hay otro detalle que sí queda a plena vista: si Nicole Coste es capaz de ser tan frontal públicamente, no podríamos imaginar tropezar con ella en el ámbito privado.

En estos momentos, la princesa Charlène de Mónaco permanece enfocada en su proceso de recuperación tras haber sido sometida a una intervención quirúrgica para hacer frente a una infección de oídos y garganta que la ha mantenido alejada del pequeño país europeo. Es posible que no responda, como es su costumbre, a las acusaciones que aireó la ex azafata de Air France, pero sí que estaría ansiosa por volver a tomar las riendas de su vida y volver a ocupar el rol que nunca nadie pondrá arrebatarle, el de ser madre.