INDIGNANTE
La última humillación contra la Reina Isabel podría estar en el testamento de Felipe de Edimburgo
Para la vergüenza de la Soberana, todo quedaría reducido a un tema de faldas y por esto no se hará publico.Sorprendidos quedamos muchos al conocer las últimas disposiciones legales alrededor del testamento del esposo de la Reina Isabel, el Príncipe Felipe de Edimburgo, quien falleció el pasado mes de abril por causas aún indeterminadas por autopsia, pero que apuntan a fallos coronarios. A 5 meses de su partida, vuelve a la palestra pública el tema hereditario.

Un último fallo judicial emitido por la Alta Corte de Londres imposibilitará al ejercicio periodístico actual acceder al contenido de los últimos designios del desaparecido Duque, debido a que esta serie de folios podrían volverse públicos dentro de 90 años. ¿La razón? Salvaguardar "la dignidad de la Reina Isabel", desde las consideraciones pertinentes que tomó en cuenta el juez que llevó la causa, Andrew Mcfarlane.
He considerado que debido a la posición constitucional de la soberana es apropiado tener una práctica especial en relación con los testamentos reales. Es necesario reforzar la protección otorgada a los aspectos genuinamente privados de este grupo limitado de individuos para preservar la dignidad de la soberana y sus familiares cercanos.

Entendemos que quizás la privacidad de la Soberana y el resto de miembros de la Familia Real, pero el termino "dignidad" es lo que no nos permite cerrar del todo la información. ¿Qué apartado contentivo en estos documentos podría vulnerar a la Reina Isabel a tal punto de prevenir cualquier situación que desagravie su honorabilidad?
En caso de que estas hipótesis sobre las "otras mujeres" previstas en el testamento de Felipe de Edimburgo fueran ciertas, podríamos al menos arrojar dos nombres que podrían figurar: la primera sería Helene Cordet, amante del esposo de la Reina Isabel antes y durante algunos años posteriores a su boda. Cuando quedó embarazada, el Príncipe costeó los gastos educativos del joven, por lo que se cree que es un hijo ilegítimo. Y en segundo lugar, pero no menos importante, tenemos a la entrañable mejor amiga del finado, Lady Penny Brabourne.

A lo expuesto por el diario norteamericano "El Heraldo", sobreviene una tesis que afirmaría lo que sigue: entre los beneficiarios de la fortuna y posesiones personales del Consorte de la Reina Isabel, podrían encontrarse algunas mujeres que, sin duda, tuvieron una relación cercana 'del primer tipo' con Felipe de Edimburgo a lo largo de su longeva vida.
Por ahora, lo que se conoce por medio de informaciones concedidas por varias fuentes reales es que entre los principales beneficiarios contemplados se encuentra, por supuesto, la Reina Isabel y sus cuatro hijos, el príncipe Carlos y la princesa Anna y los hijos menores de la pareja los príncipes Andrés y Eduardo. Ellos pueden tomar lo que quieran entre sus objetos personales y colecciones de libros y pinturas.

También se supo que en estos documentos hoy sellados, se contempla una generosa suma de dinero asignado a los tres asistentes más leales del primer consejero de la Reina Isabel. Hasta ahora los nombres de estas personas no ha trascendido a la esfera pública.