NO SE ARREPIENTE

Lolita Flores y la verdadera historia de cómo terminó siendo cantante a pesar de que no quería

No es fácil pertenecer a un clan de tanta trascendencia y la primogénita de “La Faraona” lo sabe.
viernes, 24 de septiembre de 2021 · 18:06

Si hablamos de grandes linajes, los españoles podemos hacer bandera con varios ejemplos. Por algún motivo que desconocemos, nuestro patrimonio cultural cuenta con varias familias que funcionan como clanes y allí los herederos cargan implícitamente con la tarea de mantener vivo el legado. Lola Flores es uno de los casos más paradigmáticos en ese sentido, pues tanto sus hijos como sus nietos hoy deciden dedicarse a alguna rama del arte. Lolita Flores es la primera hija y, por lo tanto, la de mayor responsabilidad.

Las cargas de los primogénitos hoy no se hacen tan evidentes, pero cuando Lolita Flores llegó al mundo, nadie podía no verla como la sucesora del arte de su madre. Sin embargo, no era eso lo que la muchacha quería, quizás porque desde el momento en el que nació su nombre fue famoso en todo el mundo y porque nada de lo que hiciera podría ser un secreto jamás. La hermana de Rosario no quería tener el bastón de mando para suceder a Lola Flores, pero terminó aceptándolo.

Tal como puede apreciarse en el material adjunto, que es propiedad de RTVE, el periodista Manuel Román aseguraba que la multifacética artista no quería ser cantante y, posteriormente, ella manifestaba sin tapujos cuál había sido el detonante que la llevó a inclinarse por ese camino. Paco Cepero, gran guitarrista y compositor, escuchó a Lolita cantar en una fiesta familiar, se deslumbró y le propuso grabar una canción que originalmente no había sido pensada para ella. La madrileña tenía 16 años y aceptó.

“Amor, amor” fue la copla con la que Lolita Flores se inició en el mundo de la canción, una composición que enseguida fue un éxito no solo aquí, sino también en América y luego no paró. La artista se subió a la rueda del éxito, motivada por una juventud apabullante que no le permitía pensar libremente cuál era el camino que quería para ella. A esa situación se le sumaba el hecho de que Lola Flores era su madre, el arte se vivía en la casa desde siempre y de algún modo se esperaba que ella siguiera esa vía. Si la madre de Elena Furiase se resistía, es posible que hasta la carrera de su madre se viera afectada.

Rosario, Lola Flores y Lolita.

Con el paso de los años y la madurez emocional que eso implica, Lolita Flores logró encontrarse. Poco a poco comenzó a separarse de la música y le dejó ese espacio a su hijo Guillermo y a su hermana Rosario. Ella se inclinó hacia el mundo de la interpretación, un rol en el que se estrenó a la edad de cuatro años con su madre, en “La Gitana y el charro”. Si bien sus trabajos como actriz no cosecharon la misma fama que sus canciones, es tangible que eso no es algo que a ella la agobie, sencillamente porque su alma vibra fuerte cuando tiene que actuar. Cuando Lolita mira hacia atrás, no hay en ella sentimientos de pesar, pues más allá de todo, la vida le ha sonreído la mayor parte del tiempo.

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