Oyku y Demir: la historia de los personajes de “Mi Hija” que son las claves del éxito internacional

El tiempo ha pasado y en cuestión de horas tendremos que enfrentarnos a la idea de que “Mi Hija” ha terminado. Este domingo Antena 3 pondrá en el aire el episodio final y sabremos cuál es el desenlace de la ficción otomana que llegó para demostrarnos que en aquellas latitudes también hay muy buenas superproducciones. Todo parece indicar que los últimos momentos serán felices, pero es apropiado recordar cómo comenzó todo.

El eje de “Mi Hija” gira alrededor de Oyku, una niña de una dulzura increíble, quien parece haber sido escogida por el destino para experimentar todo tipo de situaciones adversas. En primer lugar, porque fue abandonada por su madre y luego por su tía, quien debía cuidar de ella, pero al enterarse de que padecía una grave enfermedad, también la desplazó. A la muchacha solo le quedaba un camino para sobrevivir: buscar la protección de su padre.

Demir era el hombre al que la estrella de la telenovela buscaba, quien no estaba dispuesto a ejercer su rol de padre bajo ninguna circunstancia. Él no sabía de la existencia de Oyku y el modo en el que se ganaba la vida complicaba aún más las cosas: era parte de una red de estafadores y tener una hija no era más que un impedimento. Sin embargo, la niña sabía que tarde o temprano lograría ablandar su corazón y podría encontrar a ese ser humano que conocimos con el correr de los episodios.

La presencia de Oyku en la vida de Demir fue fundamental, pues ella le demostró que era posible vivir de otro modo, que la vida no estaba llena de enemigos y que era beneficioso confiar en terceros de vez en cuando. Quien llegó a “Mi Hija” para hacer palpable ese aprendizaje fue Candan, la veterinaria que enseguida se enamoró de ambos y que compensó en Oyku la falta de amor maternal.

Fueron muchos los momentos en los que el drama invadió todo y pensamos que Oyku moriría en uno de sus ingresos al hospital, o que Demir ingresaría a la cárcel y su vida no tendría retorno. No obstante, los guionistas de “Mi Hija” conocían a los televidentes y se encargaron de intercalar los contenidos oscuros con pequeños atisbos de esperanza como para que llegáramos a las instancias en las que nos encontramos ahora. Mucha agua pasó bajo el puente, pero muchos coincidirán con nosotros en la idea de que el crecimiento de Oyku y Demir ha sido el gran aprendizaje de la serie. Todos los personajes han tenido sus momentos de esplendor, pero nada se compara a lo que ellos generaron.