DEVASTADOR

Los estragos psicológicos que deja en Jacques y Gabriella la ausencia de Charlène de Mónaco

No hay que ser psicólogo, y la Princesa sabe el daño que está causando a sus vástagos.
jueves, 30 de septiembre de 2021 · 10:51

Cinco meses de ausencia, cinco meses en los que Charlène de Mónaco se encuentra apartada de sus pequeños hijos, Jacques y Gabriella, y las distancias pasan factura a su madre, quien los extraña pero, por los momentos, no puede volver a casa con ellos, mientras que en el Principado sus hijos son expuestos a todos, sin posibilidad de ver a su madre. No hay que ser expertos, esto podría ir muy mal.

Siendo tan pequeños, los pequeños hijos del Principe Alberto y Charlène de Mónaco no podrían ser más vulnerables. Su madre, quien es conocida en la corte como la "defensora" de los príncipes, no se encuentra para estar junto a ellos y protegerlos; el padre, quien no puede eludir sus responsabilidades institucionales, ha optado por llevarlos consigo a todas partes, consciente de que, por ahora, él es el único modelo parental que tienen. Es esto o dejarlos a cargo de otros familiares, como, por ejemplo, la cuñada de Charlène de Mónaco, la Princesa Carolina, o peor aún, niñeras que puedan suplir la ausencia de ambos.

Charlène de Mónaco siempre se mantuvo junto a sus hijos, inseparable. Hoy más que nunca, los pequeños príncipes reclaman su presencia.

No hay que ser expertos para entender que los príncipes Jacques y Gabriella necesitan a su madre cerca, tener rutinas habituales, la escolaridad es importante y, en estos meses en los que Charlène de Mónaco se encuentra ausente, sus vástagos, según refleja el portal "Mujer Hoy", al menos han estado presente en 11 apariciones oficiales que si bien refuerzan el papel del Principe Alberto como un padre muy cariñoso  para las vistas de los públicos, sus obligaciones de cara al principado resultan demasiado exigentes como para que dos pequeños mellizos de 6 años puedan entender el rigor al que podrían estar sometidos en cada presentación.

Es aquí donde el papel de Charlène de Mónaco resulta crucial. Junto a ella, los pequeños príncipes podían mantener una vida "normal", en la que ella dedicaba la mayor parte de su tiempo a crear esa sensación de estabilidad tan necesaria, y solo permitía que sus hijos formaran parte de dos actividades públicas por año, margen que le permitía a la Princesa mantener a los pequeños alejados de la corte y proporcionarles todo su tiempo.

Puede resultar adorable ver al Príncipe Alberto como un padre dedicado, a la vez que encara algunas funciones institucionales, pero Jacques y Gabriella necesitan a su madre.

Sin embargo, en su afán de protegerlos los habría vuelto muy dependientes a su presencia infaltable, tanto, que según la revista alemana "Bunte", la sudafricana confesó en una ocasión que cuando el Príncipe Alberto no estaba en casa "los niños se peleaban para poder dormir con ella", ahora tenemos algunas noticias alarmantes que estelariza la hija menor de la exatleta, la Princesa Gabriella, quien peligrosamente decidió cortarse el cabello ella misma y ahora tiene una pierna escayolada producto de un accidente "doméstico". Estas manifestaciones infantiles podrían también ser un llamado de ayuda.

Por su parte, no se sabe en realidad qué piensa el Príncipe Alberto sobre la vinculación de los niños con la institucionalidad desde edades tan tempranas. Si evaluamos su propia situación, su madre, la recordada Grace Kelly, falleció en un aparatoso accidente automovilístico cuando el tenía 24 años y, a pesar de que el la recuerda con cariño y no se atreve a contradecir su imagen icónica, la cuñada de Charlène de Mónaco, Carolina, tiene una versión menos idealista de su niñez junto a sus hermanos.

Quien más preocupaciones genera es la hija de Charlène de Mónaco, Gabriella, quien decidió cortarse el cabello ella misma y sufrió un accidente doméstico.

Si bien Grace Kelly era una mujer mucho más flexible que su esposo, el Príncipe Rainiero, y ella resultaba mucho más cariñosa y dedicada a sus hijos, en la niñez de Alberto, Carolina y Estefanía de Mónaco, las ausencias de sus padres por motivos de responsabilidades frente al Principado eran muy marcadas y eran suplantados siempre por un ejército de niñeras. ¿Cómo entonces ve el esposo de Charlène de Mónaco el tema de la maternidad?

Si verdaderamente confrontamos un modelo de crianza con otro, en realidad, la vivida por el Grimaldi contrasta al punto de choque con la que Charlène de Mónaco proporciona a los pequeños Jacques y Gabriella, que incluso deja en un segundo y hasta tercer plano sus obligaciones reales. Ahora que está ausente en Sudáfrica, ¿apreciará el Príncipe los esfuerzos de Charlène? Intenta darles al menos una mínima sensación de familia mientras su madre no puede quedarse junto a ellos?

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