La pesadilla que vivió Victoria Abril y que solo “MasterChef” pudo remediar

Una de las grandes virtudes de “MasterChef” es revelar una faceta de los famosos que antes no teníamos en cuenta. No se trata solo de cocinar, pues con el correr de los programas queda atrás, sino de los valores que los artistas nunca antes mostraron. La convocatoria de Victoria Abril supone una oportunidad para reconciliarse con el público, para volver a un medio que la extrañaba y también para salir de una situación personal difícil. Hace unos meses, estuvo en el ojo de la tormenta por deslizar que las vacunas no eran seguras por “no estar testadas”.

La actriz decidió alejarse de las redes sociales por las críticas, hasta que el concurso de cocina la sacó de la depresión de ser señalada por el público. La experiencia en las hornallas pudo haber llegado mucho antes, pues había rechazado otras propuestas del formato de “RTVE”. Pero siempre vio complicado soportar grandes presiones, y más aún si es en un reality show de estas características. Emocionalmente se sintió abandonada en más de una ocasión: primero fue engañada por su padre, y luego vivió peleada con su madre por distintas cuestiones.

La cocina es terapia.

La definición de la actriz que supo brillar al lado de Pedro Almodóvar es más poética de lo que parece. Afrontó la depresión de ser la “negacionista” a base de frutas y verduras, según relató al portal “ABC”. A lo largo de sus 62 años, vivió el franquismo y muchos momentos complicados, pero no compara ninguno con la pandemia. “MasterChef”, en su versión "Celebrity", fue una oportunidad que Victoria Abril capitalizó primero preparándose con José Carlos García, y luego pasando los desafíos semana a semana. Se reencontró con un público que la había condenado por sus declaraciones, casi tan graves como las de Miguel Bosé. Definía este tiempo histórico como una “plandemia”.

Había sido invitada a los “Premios Feroz de cine y televisión”. Llegó a España proveniente de su amada Francia, donde vive desde hace tiempo, y no fueron bien tomados sus reproches. De acuerdo a “El País”, la actriz manifestó su máxima desconfianza en torno a las vacunas que todavía estaban en fase de experimentación. “No están funcionando”, deslizaba apenas en febrero, cuando la tercera ola de contagios dificultaba las últimas semanas de invierno. El repudio de todas las organizaciones la llevaron a un pedido de disculpas públicas antes de ingresar al concurso de cocina. No obstante, Victoria Abril piensa como Miguel Bosé, y no tiene planeado volver a las redes. Siente que antes es necesario que le devuelvan los “derechos que le quitaron”, redoblando así la apuesta.

Sin tele ni redes sociales, la vida es mucho más llevadera.

Cuando la ganadora del “Oso de Plata” se refiere a los derechos fundamentales, también añade el de opinar y expresarse libremente. Tal como precisa el portal “ABC”, el pensamiento en torno a la pandemia es una verdadera presión en su vida que le recuerda a sus peores retos. La llegada a “MasterChef Celebrity” le dio parte de este sentimiento de responsabilidad, casi como una bola en el estómago, para no equivocarse. Pero Victoria Abril disfruta mucho de cocinar, tanto que le enviaba a sus hijos los platos que cocinaba. Si bien no habla mucho de ellos, son importantes en su vida. Creció en un hogar sin la figura paterna presente. “Vanitatis” reveló que siempre fue engañada y vivió con la mentira del fallecimiento de su padre. La madre de la actriz le habría dado esta noticia demasiado tarde: una actitud imperdonable para ella y su hermana, que puede explicar su fuerte y suspicaz personalidad.