María Patiño pone las cartas sobre la mesa y desvela lo que nadie imaginaba sobre Mila Ximénez

María Patiño pasó por los rayos X de sus propias miserias. Se sinceró con Terelu Campos e hizo un repaso de su vida: su paso por “El Programa de Ana Rosa”, su faceta de madre, la amistad con Jorge Javier Vázquez y recordó a su amiga Mila Ximénez, por quien no pudo contener las lágrimas.

La presentadora contó que antes de llegar a “Sálvame” trabajó en “El programa de Ana Rosa”. Aunque las relaciones entre ella y Ana Rosa Quintana se enfriaron un poco, la recuerda con simpatía. Ella fue una de las primeras en enviarle un mensaje apenas supo de su enfermedad.

María Patiño trajo a la memoria un imprevisto que Ana resolvió con empatía: “Un día le dije: ‘Hoy no voy a poder hablar en directo, voy a romper a llorar’ y recuerdo que no solo lo cumplió, sino que cuando terminó el programa puso a su disposición su coche para ir a ver a una persona que yo necesitaba. Son cosas que no voy a olvidar jamás".

Para María Patiño es difícil depender de otra persona. Cuando supo que estaba embarazada se lo ocultó a sus jefes por temor a que la apartaran de la pantalla. “A veces pienso que he estado demasiado tiempo en el trabajo (…) Creo que los niños son más generosos que los adultos pero sí que tengo ese sentimiento de culpa”.

Tengo ese sentimiento de culpa.

Un punto que desveló la presentadora fue su amistad con Jorge Javier Vázquez. Tienen en común el orgullo, les cuesta decir te quiero. A pesar de eso, su amistad se ha fortalecido en el tiempo y pueden contarse cualquier cosa.

La caricia de un recuerdo amargo

El momento más duro para María Patiño fue hablar de Mila Ximénez. Le hubiese gustado estar más con ella en el proceso de la enfermedad, pero le costó mucho aceptar. Mientras veían las imágenes de su amiga, las lágrimas no pararon: “Una vez, Mila me dijo que yo era buena y como me cuesta quererme, pensar que alguien viera que soy buena me impactó”.

Mila me dijo que yo era buena.

“Fui muy cobarde en la enfermedad de Mila, no me estoy justificando, me costó mucho, cuando ya estaba muy malita también me costó porque vi el deterioro de mi padre y no quería ver el de ella, pero la manera tan generosa de cómo me protegió, cómo no me juzgó, cómo me entendió y cómo me quiso, ostras…”, recordó María.