Jaime Peñafiel desentierra una de las historias sobre el Rey Juan Carlos que aún hiere a Sofía

Tras el repentino fallecimiento del presunto hijo del Rey Juan Carlos, Albert Solà el pasado martes, las viejas historias sobre el tórrido pasado del exsoberano como empedernido Casanova regresan con más fuerza que nunca, ahora envueltas bajo la sospecha de que algunas de esas historias dejaron "huellas" en el mundo. Es por ello que sin duda alguna, muchas miradas se dirigen hacia el periodista Jaime Peñafiel, quien en sus días de juventud fue muy cercano al Rey padre y puede dar fe de la veracidad de muchas historias que nuevamente persiguen al Borbón, pero particularmente, reabren viejas heridas en el corazón de la Reina Sofía.

Si acaso existe alguien mejor informado sobre las andanzas del Rey Juan Carlos y que conoce a detalle su infame prontuario amoroso, ese es sin duda Peñafiel, quien ha acudido como invitado al programa Fiesta para contar el peor desliz del Emérito y que en su momento casi le cuesta su matrimonio con la Emérita, porque no solo ella, sino los tres hijos, el Rey Felipe y sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, también habrían sido testigos del dantesco escenario.

Según contó el veterano a una estupefacta Emma García y al resto del set, "Don Juan Carlos le dijo a Doña Sofía que se iba un fin de semana a una cacería en casa de un amigo (...) A la reina se le ocurrió la fatal idea de ir con los niños a visitar a papá pero cuando llegó a la finca madrileña se dio cuenta de que allí no había coches, ni escoltas, ni Guardia Civil ni nada. Pasando por al lado del dueño de la casa, fue abriendo una por una todas las habitaciones de la casa (...) En una de las habitaciones pilló in fraganti al rey emérito con una mujer, lo vio con sus propios ojos igual que sus hijos".

Ante semejante situación, Jaime Peñafiel afirma que se necesitó no solo de la intermediación de Casa Real, varias amenazas proferidas por el Rey Juan Carlos y hasta los razonamientos muy de época de la madre de la ofendida esposa para "hacerla entrar en razón" y que volviera desde La India, donde permaneció junto con sus tres niños al menos por algunas semanas. Lo que en ese momento no sabía la infortunada Sofía era que años antes, cuando ella apenas era una novia con muchas ilusiones y en la noche anterior a su preciosa boda, el Rey Juan Carlos había pasado la noche anterior a la pedida de su mano en otros brazos.

Don Juan Carlos iba a pedir la mano de Sofía, pero de camino paró en Roma y pasó la noche con una de sus amigas. Aquella noche, entre las sábanas, Don Juan Carlos perdió el anillo de compromiso que más tarde encontró y regalaría a Sofía.

¿Podría entonces extrañar a la Emérita la posibilidad de que el Rey Juan Carlos haya dejado hijos fuera del matrimonio durante sus años de romances furtivos? Ni creemos que siquiera le afecte, pero si de algo podemos estar seguros es que Jaime Peñafiel debe saber mucho más de lo que dice, y extrañamente de esté hecho último que asombró a la opinión pública, es poco o nada lo que ha dicho.