La confesión de Meghan Markle: su envidia a Paris Hilton y sus peores días en televisión

Sin dejar a un lado las constantes críticas que recibe sobre su postura hierática y sus aires reales, aún cuando ya no pertenece a la familia real británica, Meghan Markle se propone transitar por un camino diferente y, por medio de su podcast "Archetypes", ha decidido mostrar uno de sus costados más desconocidos en sus días como aspirante a la pantalla chica. Para ello, contó con la participación de su invitada más inesperada, la mediática celebridad estadounidense Paris Hilton, quien más que ninguna otra celebridad podría comprender cómo se sintió la Duquesa en aquellos días en los que deseaba hacerse conocida y ser actriz.

En este capítulo, Meghan Markle contó sobre las audiencias en las que, entre sus primeros pininos en el mundo de la telerrealidad, participó, como en el programa televisivo 'Deal or No Deal' entre los años 2006 y 2007. Y admitió que, a pesar de su agradecimiento por la oportunidad recibida en ese momento, sintió que sus capacidades actorales no eran tan apreciadas como su belleza, por lo que tuvo que vender un ideal de mujer ideal, lejos de lo que ella deseaba proyectar en verdad.

En este sentido, su invitada habló de su experiencia en el reality 'The Simple Life', que grabó con su gran amiga Nicole Richie, y contó que, de acuerdo al estándar del proyecto, la hija de Lionel Richie debía interpretarse a sí misma como un alborotadora mientras que Paris iba más hacia el lado de la "rubia tonta". El problema con ello es que terminó atrapada por el personaje y el tener que constantemente interpretar un papel casi le hizo olvidar quién era en realidad.

Fuera en este punto, la esposa del Príncipe Harry confesó en su entrevistada que, en principio, dudó ante la posibilidad de invitarla al programa, dado que tenía una impresión totalmente errada sobre ella. Para Meghan Markle, descubrir que estaba equivocada fue toda una revelación. “Me da vergüenza admitirlo, juzgué a Paris y no me he sentido bien, pero tenía que ser sincera porque cuando era niña ella era guapa, rica y famosa ¿Qué podría estar mal en su vida?”.

Es por ello que uno de los grandes objetivos de vida que Meghan Markle alberga para sí es la esperanza de que su pequeña hija Lilibet no tenga que atravesar en el futuro por este proceso en el que su inteligencia sea relegada siempre a un segundo plano. “Quiero que nuestra hija aspire a estar un poco más arriba. Quiero que mi Lili quiera formarse y quiera ser inteligente y enorgullecerse de esas cosas”.