La horrible situación de la Princesa Amalia que debería poner en alerta a la Princesa Leonor

Las expectativas y sueños universitarios de la Princesa Amalia, la heredera al trono del Rey Guillermo y Máxima de Amalia han quedado definitivamente rotos. Una amenaza de secuestro por parte de un grupo mafioso en Países Bajos en su contra, su familia el palacio real cerraron filas a su alrededor y todo parece indicar que, por medidas de seguridad, sus años de formación académica quedarán reducidos a la enseñanza a distancia, custodiada en todo momento y bajo un régimen especial de seguridad para aminorar cualquier riesgo que atente contra su seguridad personal.

Este ha sido un golpe devastador para todos los miembros de la casa Huis Ten Bosch y así lo han expuesto tanto el Rey Guillermo como la reina Máxima de Holanda con la mayor sinceridad a los neerlandeses, a fin de que se pueda conocer la situación actual de la Princesa Amalia. "No puede salir. Es muy difícil para ella. No tiene una vida estudiantil como la que tienen otros jóvenes. No es agradable ver a tu hija así".

De acuerdo a lo expuesto por medios como el diario El Mundo la heredera de los Países Bajos puede añadir a sus sentimientos encontrados la mayor de las frustraciones. Los días de vivencias y experiencias únicas enmarcadas en la libertad de acción y de pensamiento que le reportaría la vida estudiantil fuera de los predios de casa real ahora son sustituidos por largas horas de estudio en casa y fuertes contingentes de seguridad que la acompañan a todas partes, incluso hasta para salir a tomar algún café. El peligro que se cierne sobre ella hace que cualquier mecanismo de prevención sea poco y es entendible, pero en sentido contrapuesto, la somete al encierro preventivo y el aislamiento, condiciones que en sus primeros inicios de clases en la Universidad de Amsterdam parecían como mínimo insospechadas por lo decir imposibles.

A propósito del caso puntual de la Princesa Amalia,  la psicóloga Isabel Álvarez Benítez explica al diario ya señalado que "en la mente de una joven a punto de cumplir 19 años pueden quedar reducidos al caparazón de una tortuga al tratarse de un encierro involuntario y una soledad no escogida", y no es para menos el planteamiento, pues debemos recordar que la sucesora del Rey Guillermo ha hablado sin ningún tipo de cortapisas sus idas y venidas al psicólogo como parte de las herramientas de las cuales dispone para hacer frente al complicado futuro que le espera frente a su país. Mes tras mes acude a terapia y este acompañamiento le ha permitido equilibrar balanza en cuanto a sus responsabilidades frente a la institución, sus estudios y si vida familiar. Ahora este nuevo escenario de escolaridad atípica complica mucho las cosas a nivel personal.

A esto hay que añadir que incluso la representatividad  institucional se encuentra en vilo, pues ante este riesgo latente, es posible que las venideras vacaciones de invierno queden suspendidas, no pueda realizar su primer viaje internacional junto a sus padres en enero para visitar las islas y países anexos al dominio holandés y no asista a la coronación del Rey Carlos III en 2024. Aunque el Primer Ministro Mark Rutte ha dispuesto para ella toda la capacidad logística de los distintos componentes de seguridad para protegerla, nada parece suficiente para sus asustados padres. Ningún consuelo parece suficiente por el momento hasta que el peor peligro haya pasado.