Rocío Carrasco desvela un hecho que involucra directamente a José Fernando y Gloria Camila

En el último capítulo de En el nombre de Rocío, la hija de Rocío Jurado cuenta cómo ha llevado el tema de la herencia. Rocío Carrasco cuenta los detalles de cómo la albacea, Ana Iglesias, fue quien convocó a todos los familiares más cercanos de la cantante en la casa de La Moraleja para poner las cosas en su lugar.

José Ortega Cano renunció a parte de su herencia a favor de sus hijos Gloria Camila y José Fernando. Tras este momento, que Rocío Carrasco señala como un “acto de magia”, ella no iba iba a pelear por tres mil metros y también dejó su parte de Los Naranjos a favor de sus hermanos.

La albacea le recomendó a la heredera universal de la cantante que no lo hiciera a través de una carta y dijo: "Ana no quería que yo renunciase. Pero yo sabía que o renunciaba, o me tenía que ir de España".

Renunciaba, o me tenía que ir de España.

Rocío Carrasco también se dirigió a su tío Amador Mohedano. Él ha dicho lo que se le ha venido a la mente sobre la herencia de Rocío Jurado. Además asegura que para sus tíos no ha sido suficiente. “No están satisfechos con las valoraciones. No están satisfechos con Ana. Si por ellos hubiese sido, yo no hubiese recibido nada de mi madre. No soportan que me nombren heredera universal. Gloria no lo puede soportar”.

La hija de Rocío Jurado contó un momento muy lamentable para ella mientras ocurrían las reuniones de la repartición de la herencia. "Un día en el notario hice un comentario sobre Gloria Camila y José Fernando y entonces mi tío saltó y me dijo que su mujer estaba en La Yerbabuena para cuidar a esos niños porque yo no lo hacía. No me acuerdo exactamente cómo broté, pero sé que se oyeron gritos desde la otra punta de la sala. En un primer momento me exalté muchísimo y me puse a llorar. Le dije que no tenía vergüenza y a continuación me acerqué a ella y le dije: 'Pero tú tienes menos vergüenza que él'".

Me dijo que su mujer estaba en La Yerbabuena para cuidar a esos niños porque yo no lo hacía.

El testamento

La repartición según el testamento de la madre de Rocío Carrasco fue algo así: La finca Yerbabuena para José Ortega Cano; una nave industrial para Amador y sus hijos; otra nave para Fernando, su ahijado; el dúplex de Chipiona para Juan de la Rosa, el chalet Mi abuela Rocío para Gloria: y, por último, la finca Los naranjos, también para Gloria Camila y José Fernando, Amador y Gloria.