CHARLÈNE DE MÓNACO

El inicio del fin entre Charlène de Mónaco y Carolina: el desplante que la Grimaldi nunca perdonó

El evento desafortunado por parte de la exatleta fijó el punto de partida para su eterna enemistad con su cuñada.
viernes, 28 de octubre de 2022 · 05:00

A pesar de sus reconocibles esfuerzos por brindar a la opinión pública una imagen de unidad familiar, reencuentro y hasta complicidad en los últimos meses, para nadie es un secreto que entre Charlène de Mónaco y su cuñada, la espectacular Princesa Carolina, han sido innumerables las diferencias las que han marcado la relación a lo largo de los años. Por mucho tiempo, nadie había podido establecer una fecha concreta que pudiera confirmar el origen de la sonada rivalidad, hasta ahora. El medio digital 'Mujer Hoy' ha confirmado no solo lo que causó la separación, sino también cuándo fue el primer choque que definió la distancia.

Según lo descrito, hay fotos que demuestran que al principio del noviazgo entre Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto las mujeres se llevaban muy bien. Incluso, llegaron a compartir varias celebraciones juntas, abrazadas, muy sonrientes y hasta con algunas copitas de más, en eventos como el Baile de la Rosa. Con el tiempo, la Grimaldi, quien ejerció desde el fallecimiento de Grace Kelly el papel de Primera Dama, no vio estas mismas aptitudes en la sudafricana, incapaz de adaptarse al mundo palaciego y ni siquiera podía aprender el francés como segunda lengua. Los constantes choques entre ambas fueron tales que para la canción del matrimonio entre la pareja regente, el trato ya era prácticamente inexistente.

Charlène de Mónaco no podía interpretar una personalidad distinta a la suya y esto fue algo que restó tranquilidad en el Principado. Fuente: (Twitter)

En defensa de la exatleta, sus razones para no conectar del todo con la realidad que estaba apunto de vivir al unirse en matrimonio con el Príncipe Alberto no carecían de sentido desde el punto de vista más humano y así lo explica el escritor Philippe Delorme, experto en la historicidad de la familia monegasca.

Él eligió una esposa que se parecía a su madre y Charlène claramente se sintió muy incómoda en este papel de Grace Kelly que querían que interpretara.

El detalle definitivo vino justamente en el banquete nupcial: en lugar de la Princesa Carolina, su puesto relevante a la derecha de su hermano fue tomado por la madre de Charlène. Esta afronta no pasó desapercibida para los medios que cubrieron el máximo evento en el Principado y fue el pistoletazo de salida para toda una serie de desplantes entre ambas. El mismo se mantendría a lo largo de los años y propició las constantes ausencias de Charlène de Mónaco en muchos de los compromisos oficiales, lo que obligó a Carolina a cubrirlos (por golpe de efecto) cuando ya había una Princesa regente y que debía encargarse de su rol.

La presión contra Charlène de Mónaco no solo provenía de Carolina, sino también de Estefanía, quien también rompió relación con ella. Fuente: (Twitter)

El punto de reencuentro

En la actualidad, con el regreso triunfante de Charlène de Mónaco y Montecarlo, al presumir de una mejor actitud, con un semblante más recuperado luego de una estancia forzada en Sudáfrica y una posterior reclusión en Suiza; todo podría indicar que los peores años entre ella y su cuñada han quedado en el pasado. Desde distintos medios se ha señalado que un punto de unión importante entre las cuñadas ha tenido que ver con el apoyo impagable que recibieron por parte de la hermana del Príncipe Alberto, los príncipes Jacques y Gabriella, durante su ausencia. Por ello, Charlène ha estado verdaderamente agradecida, al tiempo que Carolina ha podido constatar los esfuerzos de la atormentada Princesa por ocupar su lugar y conquistar espacios en el Principado, a su retorno.

Al parecer, mejores augurios se avecinan para ambas. ¿Será el inicio de una nueva etapa de reconocimiento y reconciliaciones? Sólo el tiempo y la buena disposición de cada una lo dirá.

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