Isabel Rábago ofrece nuevas pistas del objeto "embrujado" que enlaza a Íñigo Onieva con Tamara Falcó

Más melodramático que Jennifer López, así ha calificado Isabel Rábago toda la tela que arrastra la ruptura entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva. El empresario que hace esfuerzos por recuperar su rutina en un clima que lejos de calmarse, busca nuevas migas para dar de comer muchos panes a la crónica social española. 

El hijo de Carolina Molas está tan fatigado que hasta amenazó con llevar a juicio a todos los que insisten con manchar su imagen, aún sabiendo que se equivocó, pidió perdón y ahora intenta rehacer su vida sin la mano de Tamara Falcó. Ella es la mujer a quien sigue considerando "el amor de su vida". De hecho, aún guarda esperanzas de recuperarla y sus redes sociales son un claro testimonio de que es así. 

Las fotos de los viajes que marcaron la relación entre Íñigo Onieva y la Marquesa de Griñón adornan sus redes sociales, aunque ella sí se desmarcó definitivamente y no dejó rastros de lo que podría ser un "borrón y cuenta nueva", a sabiendas de su discurso cristiano sobre el perdón y el amor hacía el prójimo. Tamara Falcó sigue con su vida, y su ex prometido va tomando ese temido lugar de ser un simple "ex". 

Sin embargo, hay un dato no resuelto que sigue dando de qué habla y se trata del objeto que parece cargar con un embrujo, aunque por fuera resplandezca por el oro que lo bañará. Hablamos en futuro porque el anillo de compromiso que Íñigo Onieva encargó para su ex prometida aún no sale de producción ni tampoco se sabe cuál será su destino cuando llegue a sus manos. Es sabido por todos que al dedo de Tamara Falcó no llegará. 

La cristiana Tamara quiso quedarse con dicha joya para donarla a la caridad, pero que Onieva consciente de que debía devolver el préstamo, se lo habría solicitado para posteriormente llevarlo a la joyería de marras.

Esta es la primera pista que asoma Isabel Rábago en su última columna para "EsDiario". Allí enumera las últimas migas asociadas con el objeto embrujado que no es otro que el anillo de compromiso que Íñigo Onieva entregó a Tamara como "adelanto" hasta que el verdadero se terminara de pulir en la reconocida casa de joyas. Un dato que algunos medios se animaron a desmentir, diciendo que el empresario ni había cancelado por la totalidad del anillo ni había tenido ninguna pena en pedir prestado el objeto del deseo para hacerse con el "sí quiero" de la Marquesa. 

Sobre esto, la periodista del corazón se pone del lado del empresario que asegura que Tamara Falcó estaba al tanto de que se trataba de un préstamo y que incluso ella misma confirmó que lo había dejado en "la mesita de noche". "No lo quiero para nada", sostuvo.

La declaración de Tamara también sirve para que Íñigo Onieva sume un punto a su favor, pues otro de los rumores alrededor del anillo es que supuestamente ella se lo habría pedido para donarlo a la caridad, como buena cristiana que es, en palabras de Isabel Rábago. 

Ante todo este escenario triunfante para el exprometido de la Marquesa, la periodista saca a la luz otro dato desvelador y se trata sobre el precio del famoso anillo. 

Onieva tendría en su poder la factura que demostraría no sólo que el precio del anillo de Tamara rondaría los 30.000 euros, sino que estaría totalmente pagado y que en cuanto esté finalizado, le será entregado pues es de su propiedad.

Al asegurar tener pruebas para demostrar esta afirmación, Isabel Rábago es contundente al ponerse del lado de Íñigo Onieva en su postura de dejar todo en manos de sus abogados, advirtiendo de ir a juicio si es que hiciera falta. Para él hay una prioridad mayor y es recuperar el amor de Tamara Falcó. De eso sí se ocupa personalmente, como agrega la periodista de Mediaset. 

 Íñigo está haciendo todo lo posible para demostrarle que su vida ha cambiado, que se ha dado cuenta de su error y que está dispuesto a esperar y cumplir la penitencia que le imponga. 

Las esperanzas de Íñigo

Por las últimas movidas del exprometido, sus esperanzas de recuperar a Tamara Falcó siguen tan vivas como el amor que le tiene y le impide borrar los mejores momentos de su relación. La Marquesa sigue presente en la vida de Íñigo Onieva, y él no se avergüenza en reconocerlo.