Ni Camilla ni Lady Di: la primera mujer que Carlos III amó y que le rechazó sin piedad alguna

Con su ascensión como nuevo Monarca del Reino Unido, la vida privada del Rey Carlos III adquiere un nuevo nivel de interés y algunos hallazgos sobre sus devaneos amorosos y podría sorprender a muchos el hecho de que aunque se sabe que hubo vida antes de Lady Di y Camilla Parker, la eterna Princesa de Gales no fue la única "adecuada" para emparentarse con el otrora Príncipe. En realidad hubo antes de ellas una candidata que fue sencillamente perfecta para los Windsor, hasta que la propia joven decidió rechazar las pretensiones de la corona.

Amanda Knatchbull podría ser la única mujer en el país vecino que podría jactarse de haber rechazado frontalmente a Carlos III en sus días como soltero de oro. Dos años antes de que Diana irrumpiera en la escena, el royal ya sentía cierta infatuación por esta mujer que resultó ser una prima, al ser nieta de Lord Mountbatten, el querido y recordado tío abuelo del actual Rey.

Convencido de que la joven era la mejor opción para su sobrino, comenzó a mover algunos hilos para conseguir este propósito, pues la joven Amanda, de 17 años en ese entonces, encajaba como un guante en el concepto propio de la mujer que convenía a Carlos III. "Para una esposa debe elegir una chica adecuada, atractiva y de carácter dulce antes que decantarse por alguien más de quien pueda enamorarse".

Incluso, el exvirrey de La India había programado un viaje especial para acercar al exheredero y a Amanda cuando ésta cumplió 22 años y que tendría como destino justamente el subcontinente asiático. A pesar de que los padres de los futuros "novios" se negaran, la semilla estaba plantada el Carlos III y el verano de 1979 fue la fecha escogida para que el royal revelara a la chica sus intenciones. Lo que ninguno de los dos esperaba, es que semanas antes su celestino falleciera como víctima de un horroroso atentado ejecutado por el grupo de choque IRA. En el siniestro fallecieron el noble y el hermano menor de la devastada joven.

Amanda no renunció a su independencia y a la posibilidad de escoger por amor, pues en realidad tenía planes de estudiar Trabajo Social y al tiempo se casó con un agente inmobiliario y novelista. Esta situación incómoda marcó a Carlos III, y presionado por conseguir esposa a la mayor brevedad posible intentó pedir matrimonio a otra joven casadera, Anna Wallace quien también se había negado en dos ocasiones a la petición del flamante soltero, la razón era ni más ni menos que la aparición de Camilla Parker en escena. A diferencia de Lady Di, ella no tuvo reparos en abandonar la idea de un Príncipe enamorado de otra mujer.