Los últimos años vienen siendo muy difíciles para Charlène de Mónaco, no solo la pandemia la alejó de sus compromisos como primera de dama, sino las complicaciones en su salud, las cuales por momentos parecían no encontrar camino que la pudiera liberar de estos tormentos.

Por su parte, Carolina de Mónaco fue la figura que rápidamente y sin inconvenientes ocupó el lugar de su cuñada, cumpliendo con los todos los compromisos protocolares de la casa Grimaldi. Naturalmente, nadie podía dejar de lado que las diferencias entre ellas estaban muy presentes desde mucho tiempo antes.

En el mes de abril la esposa del Príncipe Alberto decidió dar el paso decisivo que pondría fin a su ausencia, permitiéndole retomar su rol como primera dama. Desde entonces, su cuñada comenzó a perder protagonismo en lo que se refiere a la agenda de la Casa Grimaldi, mientras que la nadadora hacía crecer sus compromisos.

Charlène de Mónaco tiene un objetivo claro

Si hay algo que no podemos negar es que la esposa del Príncipe Alberto está poniendo en marcha un plan con el que estaría buscando ganar territorio en el ámbito institucional, corriendo de foco a Carolina de Mónaco, y consagrándose como la mujer más importante de esta monarquía.

Una de las jugadas más arriesgadas de Charlène de Mónaco se dio hace apenas unos días en la semana de la moda parisina, una de las citas inexcusables para la hermana mayor del Príncipe Alberto, sin embargo, quien se llevó todas las miradas fue la nadadora, deslumbrando a la prensa internacional con su estilismo.

Charlène de Mónaco está dispuesta a todo

Esta pausa obligada de Charlène de Mónaco la llevó a tomar algunas decisiones que, sin lugar a dudas, van a cambiar a su vida, dar este paso en lo que respecta su rol como primera dama le brindará la seguridad que necesita para afrontar esta nueva etapa de su vida.