CHARLÈNE DE MÓNACO

Charlène de Mónaco y su nuevo "yo": por qué dicen que nunca logrará superar la grandeza de Carolina

Por mucho esfuerzo que lleve adelante, siempre la exatleta se sentirá bajo la sombra de su cuñada.
sábado, 8 de octubre de 2022 · 12:25

El anuncio sobre las actividades de celebración en torno al primer centenario del nacimiento del Príncipe Rainiero III, padre del Príncipe Alberto y suegro de Charlène de Mónaco, sí que trajo consigo una grata sorpresa en medio de la presentación oficial a los medios: no solo la sudafricana asistió para apoyar a su esposo, sino que además de asistir junto a toda la familia, se le vio incluso cordial y sonriente con su cuñada, la siempre increíble Carolina de Mónaco.

Por años se ha alimentado la premisa de que nunca se han llevado e incluso, que la monegasca ha desatado campañas internas en el principado para hacerle la vida imposible a su cuñada. Ahora, se intenta apagar la llamarada y una nueva luz de reconciliación parece haber llegado para iluminar el futuro inmediato entre las Grimaldi.

Pero en la práctica, es muy posible que entre Charlène de Mónaco y su espectacular cuñada las diferencias se mantengan entre la privacidad de los muros del palacio de La Roca, pues la verdad sea dicha, ¿qué elementos tendrían ambas en común como para poder encontrar algún tema de conversación que se extienda más allá de unos incómodos 5 minutos?

Charlène de Mónaco y la Princesa Carolina intentan guardar sus mejores sonrisas solo para las cámaras. Fuente: (Foto de archivo).

Porque tanto la sudafricana como la Grimaldi, son definitivamente como agua y aceite. Mientras que la exatleta incluso llegó a experimentar junto a su familia el desarraigo y las dificultades del ser refugiados en Sudáfrica, la Princesa Carolina despuntaba a su corta edad como una gran forofa de las artes y el mundo de la moda, hasta el punto de convertirse en la mejor amiga del legendario diseñador Karl Lagerfeld y convertirse en la eterna musa de la Maison francesa Chanel.

Por supuesto, la capacidad de Charlène de Mónaco frente a sus responsabilidades en el Principado, fue una de las razones que inevitablemente dinamitaron su cordial relación en sus primeros años de matrimonio con el Príncipe Alberto. Se sabe que aunque Carolina de Mónaco siempre ha disfrutado su papel como Primera Dama, hubo muchas ocasiones en las que debió hacer aparte su vida familiar para cumplir con labores de representación que no le correspondía para cubrir las faltas del atormentada Princesa y esta situación no solo trajo fricciones entre ambas mujeres, sino que también reclamos hacia Alberto por parte de su hermana.

A diferencia de Charlène de Mónaco, Carolina siempre ha sido una gran asidua al mundo de la moda. Fuente: (Foto de archivo).

Y por demás, ni siquiera la religión las une. Mientras que la sudafricana se ha refugiado en la fe católica durante años y se la vio muy ilusionada en su visita al Vaticano para encontrarse con el Papa Francisco junto a su esposo, la tirantez entre la Princesa Carolina y la iglesia ha sido de una tirantez extrema, gracias a sus muy sonados varapalos por la disolución y aceptación de sus matrimonios anteriores.

¿Podrían ser dos personas más diferentes? O más significativo aún, ¿podrán algún día encontrarse sinceramente entre sus distintas formas de pensar y comenzar a trabajar en los motivos que las unen, como la familia y el futuro conjunto?

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