La Infanta Elena y Jaime de Marichalar se convertían en noticia el 18 de marzo de 1995, cuando los ojos del mundo se posaban sobre sus primeros pasos como matrimonio en la catedral de Sevilla. En ese momento, deslumbraban a todos con una boda que se había dado gracias a un "préstamo" de 100 millones de dólares que le hizo el Rey Fahd de Arabia Saudí al Rey Juan Carlos.

Pilar Eyre, periodista especializada en realeza, se atrevió a desvelar un secreto a voces no solo sobre el final de este matrimonio, sino sobre sus últimos años, en donde la hija de la Reina Sofía no hizo más que ponerle el cuerpo a una situación extrema para mantener el nombre de Zarzuela por lo alto.

Según lo publicado por Pilar Eyre, fue el mismo Rey Juan Carlos quien habría lanzado los primeros comentarios sobre el complicado momento que atravesaba su hija en el matrimonio. Los trascendidos dejan en claro que el Rey Emérito no aceptaba la idea de que su primogénita diera un paso como este, avergonzando a toda Zarzuela.

La fortaleza de la Infanta Elena 

Pilar Eyre pone énfasis en lo duro que fue para la hermana del Rey Felipe sostener un matrimonio que estaba prácticamente desmembrado desde mucho antes que Jaime de Marichalar sufriera el ictus que cambió los planes de la Infanta. El Rey Juan Carlos cumplió un rol fundamental en este punto, pues fue quien le aconsejó que, tras el problema de salud que había sufrido su esposo, no era recomendable terminar con el matrimonio, pues quedaría mal parada ante los ojos el mundo.

Tiempo después, la Infanta Elena planteó su deseo de terminar con su matrimonio ante su padre, ya que tras el ictus la personalidad de Jaime de Marichalar había dado un giro inesperado. El ataque cerebral modificó el carácter del padre de sus hijos, convirtiéndolo en una persona malhumorada e iracunda. En esta ocasión se le pidió que esperara un poco más, pues la boda de su hermano estaba muy próxima. Finalmente, el 13 de noviembre de 2007, se comunicaba el "cese de convivencia" de Jaime y la hija del Rey Juan Carlos.

El hermetismo de la Infanta Elena

No se puede negar que la Infanta Elena es una de las mujeres que respetó a rajatabla las decisiones que se le indicaban, poniendo el nombre de Zarzuela por sobre todo. En las últimas semanas, se habló de la distancia que existe con su hija, Victoria Federica, y es que el perfil que maneja su heredera no es algo que le caiga en gracias.